Silvia Abascal se dio a conocer hace ya 27 años por su papel en la serie de TVE Pepa y Pepe. Desde entonces nunca le ha faltado el trabajo, convirtiéndose en una de las actrices con más talento de nuestro país. Sin embargo, de su vida privada se ha sabido muy poco.
Ha querido llevar con mucha discreción todo lo que afectaba a su familia. Está muy centrada en el cuidado su hija Leona, que ya cuenta con 4 años. Eso sí, tampoco ha querido descuidar su carrera artística.
En la actualidad, Silvia está representando la obra de teatro Ladies Football Club, un trabajo dirigido por Sergio Peris-Mencheta. En un evento organizado por la revista In Style sorprendió a los medios presentes confirmando que ya no estaba junto al padre de su hija. En 2020, Xabier Murua y ella decidieron tomar caminos por separado.
"Yo me separé hace dos años", señaló con mucha naturalidad. No quiso profundizar en el tema y evitó entrar en detalles.
Su historia de amor con el actor se alargó unos cuantos años. En 2017, cuando ya estaba embarazada de su niña fue cuando trascendió el romance. La relación entre ellos venía de lejos, ya que eran amigos desde hace tiempo.
La chispa entre ellos surgió en el teatro. Fue precisamente mientras trabajaban en una obra de Peris-Mencheta. Hicieron todo lo posible por llevar su relación en secreto, o más bien con discreción.
De hecho, nunca se les vio posando juntos en público y tampoco hay demasiadas imágenes de los dos. Querían vivir su historia de amor con tranquilidad y sin presiones externas.
Eso sí, con bastante frecuencia se les veía por el entorno de su casa disfrutando de la pequeña Leona. Xabier, en una de sus escasas entrevistas, admitía hace tiempo que querían darle un hermanito a su hija.
Silvia Abascal ha querido hacer pública ahora su separación. Una vez que han transcurrido los meses y han tenido tiempo para reflexionar y ordenar sus ideas. En cualquier caso, evita profundizar en el tema.
Asegura que la relación con el padre de su hija es buena, pensando sobre todo en el bienestar de la pequeña. Mientras tanto, a la actriz se le cae la baba con la niña. "Es maravillosa, espectacular, está hecha un faro, creciente", explicaba.
Contaba que "no sé qué ha heredado de mí, eso que lo digan otras personas. Pero es luminosa, disfrutona, llena de energía". Confesaba que "estoy enamorada de ella".
En estos momentos es su mayor preocupación y está centrada en su cuidado. Para ello cuenta con la colaboración de su padre, que siempre le echa una mano aunque estén separados.
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Silvia Abascal habla de su estado de salud
Silvia Abascal aseguró durante su intervención con los medios que "no me planteo tener más hijos". Y es que las 24 horas del día se le quedan cortas. "No me da tiempo", contaba.
En su opinión, "ser madre implica mucha entrega. Pero estoy feliz y estoy a tope con el trabajo". Es otra de sus grandes preocupaciones.
El ictus que sufrió en 2011 ya forma parte del pasado, aunque sí que le dejó alguna secuela. Desvela que sigue padeciendo hiperacusia y acúfenos. Lo que más le molesta es "sobre todo el sonido de Madrid".
En cualquier caso, ella se lo toma con mucho sentido del humor. "Es tanto lo pasado que por unos acúfenos no vas a protestar", afirmó con una sonrisa.
Silvia Abascal trata de mirar al futuro con optimismo. Su hija Leona es su mayor aliciente en estos momentos.