Adela González entraba con muy buen pie a Sálvame ganándose el cariño y el respeto de los colaboradores.
Sin embargo, parece que con el tiempo la audiencia empieza a reprocharle ciertas actitudes que comienza a mostrar en directo y que no gustan nada.
Tanto es así, que en las redes no dudan en criticarla y cebarse con ella. De hecho, recientemente la acusaban de ser muy fría y no tener nada de empatía con los demás.
"¡Cómo le gusta a Adela hurgar y remover en las heridas de los demás! ¡Mala persona!", sentenciaban.
Y las críticas no provienen solo de parte de los espectadores, sino también de compañeros como Belén Rodríguez.
La periodista arremetía contra González por la forma en la que había tratado el tema del préstamo de 100.000 euros a Kiko Hernández.
"Me alegro mucho de que no esté Adela, os lo digo. Porque sí, porque no se puede tener menos sensibilidad tratando los temas", señalaba Belén Ro nada más llegar a plató.
Mientras que, por su parte, la presentadora tampoco se cortaba a la hora de responderle de manera tajante.
"Faltaría más que todo el mundo, tanto colaboradores como espectadores, no pudieran decir lo que quieran", comentaba al respecto.
"Sé que lleváis aquí muchos años, más de trece con vuestras filias, vuestras fobias. Sé que hay temas y días en los que todo es complicado, porque os queréis, os odiáis, os amáis…", expresaba.
"Todo en el mismo día. Entiendo que no siempre os apetece hacer ciertas preguntas, pero es que eso es mi trabajo", defendía su papel en el programa.
Adela González, en el punto de mira de sus compañeros
De esa forma, reivindicaba su presencia en Sálvame y les advertía que ella es la que se encarga de poner orden en plató.
"Yo pregunto y hago entrevistas. Llevo 20 años dedicándome a preguntar a la gente para intentar que me den información y transmitirla", proseguía decidida.
"En eso consiste esto del periodismo, de la información, del entretenimiento en este caso. Y es así. Y si a mí no me cuadran las cosas, yo pregunto y repregunto y me podéis llamar pesada, pero no pasa nada", concluía tajante.
"El mensajero a veces se lleva la patada, pero Belén, no pasa nada, tengo buen rollo contigo", decía para intentar calmar los ánimos.
De esa forma, Adela conseguía esquivar su primer conflicto en el programa con gran profesionalidad y elegancia, lanzando también un claro zasca a cualquiera que se atreva a cuestionarla.
Y, de hecho, ya lo ha demostrado en alguna otra ocasión, parándole los pies a Kiko Matamoros y dejándole claro que no piensa pasarle ni una.
"Lo que no vamos a aguantar son esas faltas de respeto, yo por lo menos", afirmaba. Y tampoco le temblaba el pulso a la hora de echarle del plató.
"Se va a casa y que descanse un poquito. Hay cinco colaboradores como la copa de un pino, podrán hablar ellos, ¿no?", daba la cara por el resto.
Nadie duda a estas alturas que Adela González es de armas tomar y sabe poner a cada uno en su sitio cuando debe.
En otro momento de nervios, Carmen Borrego llegaba incluso a insultar a la presentadora, muy molesta con la información que se estaba dando en plató. "¡Vete a cagar, tía!", explotaba contra ella.
Aunque poco después decidía dar marcha atrás. "Estoy intentando gestionar una cosa que se me está yendo de las manos", se disculpaba.