La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) ha lanzado un aviso para este mismo viernes, 27 de diciembre. Y es que, a pesar de que la estabilidad sigue siendo la tónica general en la Península y en las Baleares, hay pequeños matices. En primer lugar la AEMET ha explicado que se espera nubosidad baja en el tercio norte y áreas del Mediterráneo.
Además, las nieblas afectarán a la meseta Norte, los valles de la meseta Sur, el interior de Lugo y depresiones del nordeste. Estas nieblas podrían ser persistentes y engelantes en algunas zonas.
En cuanto a las temperaturas, las máximas podrían bajar ligeramente, aunque las mínimas no sufrirán grandes cambios. Las heladas serán habituales en el norte y se extenderán al Sistema Ibérico, las Béticas y los Pirineos. El aviso más importante, eso sí, tiene que ver con el viento.
Aviso de la AEMET sobre el fuerte viento de Levante
Según ha indicado la AEMET, el viento será, en general, flojo y de componente este. Ahora bien, habrá una zona en la que las rachas soplarán con mucha intensidad. Se trata del Estrecho, donde se podrían registrar rachas de viento de Levante localmente muy fuertes.
En Canarias, la inestabilidad dará paso a un clima más tranquilo, aunque podrían producirse chubascos aislados en las islas de mayor relieve. La calima persistirá en las islas orientales, y los vientos, inicialmente flojos, girarán hacia el noreste por la tarde. Las temperaturas seguirán sin cambios significativos.
Roberto Brasero avanza cómo será el tiempo lo que queda de año
De hecho, el tiempo anticiclónico podría ser la tónica general en lo que queda de año. El meteorólogo Roberto Brasero ha avisado de que lo más probable es que se mantengan las altas presiones al menos hasta enero. "Hasta el domingo no se esperan precipitaciones reseñables", ha insistido el experto de Antena 3.
En este sentido, Roberto Brasero ha hecho referencia a las nieblas, que se extienden por amplias zonas del interior. De cara al fin de semana, según Roberto Brasero, estas "serán más densas y persistentes", especialmente en la meseta norte. Todo ello acompañado por un descenso de temperaturas progresivo, con heladas nocturnas ganando intensidad y extensión.