Alba Santana ha vuelto a los platós de Sálvame por una emotiva causa. Esta perdió a su madre en junio del año pasado. Desde entonces, su vida ha dado un giro de 180º.
La joven ha entrado en directo en plató por el lanzamiento del nuevo libro de Jorge Javier Vázquez. El presentador ha escrito y repasado su vida en el último año. La muerte de su querida Mila Ximénez supuso un antes y un después, ya que ambos se querían muchísimo.
Tanto que ambos han sido una especie de novios, así lo ha dicho el comunicador de Sálvame. "Mila era mi pareja pero sin sexo". Alba Santana era muy consciente de la estrecha relación que tenía su madre y el presentador, y es que eran inseparables.
La hija del tenista ha dedicado unas sentidas palabras al amigo de su madre. "Jorge quería decirte y desearte toda la suerte del mundo con esta nueva aventura. Sé que lo has hecho con todo el cariño", decía.
Además, ha declarado que aún le cuesta ver algunas fotos de la periodista. "Todavía me cuesta mucho verla. Si lo pudieseis evitar, os lo agradecería", se sinceraba.
"Te deseo todo lo mejor. Sé el duelo que has pasado y que estamos pasando juntos. Como te dije un día, cuando mis hijos sean mayores, les leeré ciertos fragmentos de ella. Para que sepan como era ella."
"Esta es la herencia que me han dejado, la gente que la han querido", manifestaba con mucho sentimiento.
Alba Santana ha aprovechado al máximo su intervención en televisión. "Me emociona mucho hablar contigo porque sé lo importante que eras para mi madre. Y lo importante que era ella para ti, además del tipo de relación que teníais".
Alba Santana fue testigo de todo el amor que profesó su madre
Por su parte, Jorge Javier Vázquez no ha podido evitar la emoción que ha supuesto hablar en directo con la hija de su mejor amiga. El presentador y ella han mostrado siempre su profunda unión tanto delante de las cámaras, como fuera.
"Yo me consideraba su pareja excepto que no teníamos sexo. Para ella era único, especial. Por primera vez experimenté que no tenía celos", decía.
"Era una mujer muy querida. Yo siempre que hacía un plan contaba con ella y estaba dispuesta a todo", comentaba recordando los buenos momentos que pasó junto a ella.
Cuando Mila Ximénez se fue, Alba Santana repartió las cenizas de ella con el escritor. Juntos fueron a esparcirlas en el jardín del chalet de él. Concretamente, debajo de un magnolio, donde sigue hablando con ella.
"Paco y yo nos hemos dado cuenta que los perros se acercan pero se quedan parados mirando, no se arriman. Este gesto de su hija me reconfortó."
"Me pareció muy generoso porque entendió muy bien que su madre tenía otra familia en la tele. En mi casa Mila fue muy feliz y nos reímos mucho", dijo para El Mundo.
Alba Santana se encuentra residiendo en Ámsterdam, donde se trasladó hace unos años. La joven se ha apartado de la televisión, ya que esta le recuerda demasiado a su madre. Sin duda, su recuerdo no perece.
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