Enrique Ponce se ha sentado en El Hormiguero y ha dado su entrevista más esperada: es la primera vez que habla de Ana Soria. Eso sí, antes de comprometerse con Pablo Motos, presentador del programa, dejó claro que iba a apartar de todo a Paloma Cuevas. El problema es que se relajó bastante y desveló un dato comprometido que ha generado una gran polémica.
Alessandro Lequio ha debatido con sus compañeros de El Programa de AR sobre la entrevista de Enrique Ponce. El torero confesó que conoció a Ana “en una corrida en la que cortó cuatro orejas en Almería” y las fechas no cuadran. En aquel momento todavía estaba con Paloma Cuevas, así que Beatriz Cortázar lo tiene claro: se solaparon las dos relaciones.
“Me da la sensación de que fue una metedura de etapa de Enrique por la emoción de revivir su historia con Ana. Ha dado un dato: cortó cuatro orejeas el Almería y eso sucedió en 2017, sucedió hace cinco años”, comenta Beatriz. Alessandro Lequio le ha dado la razón y ha dado su punto de vista sobre esta historia, ha descubierto algo importante.
Alessandro dice que, cuando Enrique Ponce pensaba que no le estaban enfocando, le decía “guapa” a Ana Soria. Cree que “está obnubilado”, prefiere usar este término antes de hablar de amor, pero le entiende perfectamente. Considera que el torero está viviendo una etapa especial, de ahí que no tenga los pies en la tierra.
Alessandro Lequio no se corta: “Está disfrutando”
Alessandro le ha explicado a Ana Rosa Quintana que lo que hacía Enrique cuando pensaba que nadie le estaba viendo. Considera que es algo normal, cree que por primera vez en mucho tiempo está disfrutando de la vida y no de su profesión.
“Este hombre vivió centrado en su profesión y ahora está disfrutando de su primera juventud, aunque tenga 55 años. Está abducido por esta mujer, abducido, no enamorado, cuando pensaban que no le enfocaban le decía: guapa”.
Beatriz Cortázar, compañera de Lequio, ha explicado que el eje central de la entrevista de Enrique fue su malestar con los medios. La periodista piensa que hay argumentos más que suficientes para hablar de esta historia. El problema no es que Ponce se enamorase de una chica más joven, lo interesante es que rompiera un matrimonio tan estable.
“Es verdad que estuvieron reincidentes en quejarse de los medios de comunicación, dice que ha sido horrible. Ella reconoce que ha ido a terapia y relata su relación de amor como si fuera una película, un auténtico flechazo. El escándalo no es que se enamoraran dos personas, el escándalo fue que el matrimonio más estable rompía por una tercera persona”, informa Beatriz.