La relación de Rocío Flores y Manuel Bedmar sigue generando debate, y es que muchos no entienden por qué la joven sigue con él a pesar de conocer de primera mano que le ha sido infiel en numerosas ocasiones.
Tanto es así, que no se creen su aparente felicidad. “El beso entre Manuel y Rocío es para aparentar de cara a la galería”, opinaba Laura Gutiérrez, la supuesta amante de Bedmar.
La joven asegura que “sabía que ellos iban a actuar como si no hubiera pasado nada. Lo veo normal, cuando ves que todo es cierto, lo mejor es no contestar. Qué vas a decir que todo es mentira”.
De hecho, alega que los amigos más cercanos de la pareja comentan que no deberían de aparentar que “están bien, porque bien no están”.
Así, la joven cree que Manuel sabe muchas cosas a la familia, detalles íntimos que podrían dejar en muy mal lugar tanto a Rocío como a su padre, Antonio David.
Y parece que el interés sería mutuo por ambas partes, ya que a Bedmar le convendría seguir con su relación para alcanzar la fama. Sobre todo, después de permitir que un amigo suyo, Sergio Ríos, cuente la verdad.
Así, el joven se estaría esforzando por “recuperar a Rocío”. Eso, mientras “va dando toques de que paren de hablar” a sus amigos.
Mientras que, por su parte, Rocío “no quiere dejar a Manuel porque tiene miedo de que hable, de ella y de su familia”.
“Él tiene información muy importante, de primera mano, y a ella le preocupa mucho que pueda contarla”.
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La pareja intentaría transmitir una imagen de su relación que no es cierta
Algo que tendría muy angustiado a Antonio David, que no se fía nada de su yerno, y menos tras saber el daño que le ha hecho a su hija.
Sin embargo, la nieta de 'La Jurado' insiste en que “no le tiene miedo a nada”.
“Te lo juro por mis dos hermanos. Estoy con la persona que quiero estar e intento llevar una vida lo más normal posible”. Y añadía que “hasta día de hoy siempre he tenido mi vida privada muy al margen. Es muy respetable que otros lo hagan, pero yo tomé esa decisión”.
De esa forma, Rocío sigue negándose a entrar al trapo a pesar de lo que digan sobre ella y su novio. Una forma de calmar los ánimos y dejar pasar la tormenta.
“Cuando estoy bien se me nota y cuando estoy mal, también”, dejaba claro. “No tengo necesidad de hacer ningún paripé con mi vida, no es mi forma de ser. Todo está bien, mi vida sigue en orden”.
Hace poco, un amigo muy cercano a Manuel ofrecía detalles sobre la clase de relación que mantiene la pareja.
Y pintaba a Ro como una joven controladora y muy celosa, que no deja a su novio pasar ni dos segundos solo.
“A veces, estamos tomando algo, y Rocío lo llama por videollamada y él se tiene que levantar rápido para contestarle, porque si no lo hace, luego no le deja entrar en casa y se queda en la calle a las 12 de la noche”, contaba Sergio Ríos.
Además, apuntaba que a Manuel se le ve “un niño tímido, casero, que la respeta. La otra cara es completamente distinta. Yo diría que él no está enamorado, cuando lo estás no engañas a una persona”.
“A Rocío le gusta salir a cenar, viajar, él se siente incómodo porque no lleva ese tren de vida. Rocío no quiere relacionarse con los amigos de Manuel”.