Desde que Ana Soria comenzara su relación con Enrique Ponce pasaba de ser una joven estudiante de Derecho más, a ser una de las mujeres más buscadas del panorama nacional.
Todos los medios se hacían eco del inevitable escándalo, ya que el diestro decidía poner fin a su matrimonio de más de veinte años con Paloma Cuevas para dejarlo todo por amor.
La relación avanzaba a pasos agigantados y la parejita no se mostraba precisamente discreta, ya que no se cortaba en absoluto y se comían a besos cada vez que tenían oportunidad.
Así, Ponce terminaba mudándose a Almería junto a su nueva novia e incluso ampliando la familia con un perrito al que llamaron Ney.
Sin embargo, esa gran exposición mediática terminaba jugando en su contra e incluso Paloma tuvo que intervenir para pedirle a su pareja que fuese más discreto. Sobre todo, por el bien de sus hijas.
Ahí es cuando tanto Ponce como Ana tomaban la drástica decisión de eliminar sus redes sociales y alejarse del foco mediático durante un tiempo.
Algo que parece haberles venido muy bien, siendo Soria la única que de momento ha querido retomar ese aspecto de su vida. Eso sí, limitando al máximo las publicaciones y cuidando mucho el contenido que comparte con sus 120.000 seguidores.
Una cantidad nada despreciable y que podría venirle muy bien si en algún momento optase por explotar su imagen o colaborar con marcas.
Las declaraciones de amor entre la pareja tampoco faltan, ya que Ana no duda en recordarle en numerosas ocasiones a su chico lo mucho que le quiere.
Aunque eso también implique incumplir esa promesa no escrita que le hizo a las hijas de Enrique, la de no volver a exponer su vida privada en público.
La relación que las pequeñas Paloma y Bianca mantienen con la joven también sigue siendo un misterio.
Ana Soria reaparece para declarar su amor a Enrique Ponce
Hace tiempo se rumoreaba que todavía no habían podido conocerla o se habían negado a ello, ya que la veían como la responsable de la ruptura entres sus padres.
Las niñas, que siguen viviendo con su madre en Madrid, han tenido que acostumbrarse poco a poco a la nueva rutina familiar.
Así, aunque no ven tanto a su padre como les gustaría, él aprovecha cada oportunidad para escaparse a la capital y poder estar con ellas. Aunque todo indica que prefiere mantener a Ana al margen y evitarle cualquier situación incómoda.
De hecho, recordemos que a la hora de celebrar la comunión de la pequeña Bianca, la guapa almeriense prefería mantenerse en un segundo plano y no acudir.
Además, según comentan, Ana Soria todavía no habría superado la presencia de Paloma en la vida del torero.
E incluso insinúan que estaría un poco obsesionada con ella, hasta el punto de seguir a la exnovia de Luis Miguel, actual pareja de la empresaria, en Instagram.
Todo parece indicar que Soria no terminaba de aceptar ese rol de ser la tercera en discordia, aunque Paloma ya estaba al tanto de todo desde el principio.
Y es que aunque Ponce le negaba a su entonces esposa la existencia de Ana, fue ella la que "le forzó para que comunicaran su ruptura".
"Lo que Ana no sabe es que Paloma fue quien le dijo al torero que quería separarse la primera. A Paloma, le da pena Ana", aseguran.
Pero, más allá de los comentarios y rumores al respecto, nadie duda de que Ana y Enrique tienen grandes planes de futuro.
Es más, Ponce ya ha manifestado su intención de volver a pasar por el altar con la que considera la mujer de sus sueños.
NOVEDAD WHATSAPP: Pincha aquí para recibir GRATIS tus noticias favoritas del Corazón en WhatsApp