La sombra que pesa sobre el hijo secreto de Bernardo Pantoja sigue dando que hablar.
De hecho, parece que Pinocho llega dispuesto a exigirle a su hermana Anabel que se sometan a una prueba de ADN.
"Bernardo me pidió que luchase por lo mío, que era el apellido Pantoja", asegura el joven.
Aunque la pregunta es si Anabel Pantoja estará dispuesta a darle una oportunidad.
Y es que este nuevo dolor de cabeza para la sobrinisima llega justo en su mejor momento, cuando estaba disfrutando junto a su tía Isabel de su gira por Estados Unidos.
Luis Manuel, más conocido como Pinocho, insiste en que su padre legal "siempre tuvo dudas de que yo fuera su hijo, me trataba diferente a mi hermana".
Pero aunque se tope con la negativa de su supuesta hermana, él no piensa parar.
"Ya he pedido a mi abogado que inicie los trámites. Le guste o no a Anabel, mi apellido será Pantoja", aseguraba en una entrevista. Y advierte que "lo conseguirá por las buenas o por las malas".
De esa forma, Luis Manuel ya no está dispuesto a perder más tiempo y así se lo ha comunicado a su hermana.
Según cuenta, ya le ha enviado un burofax a la Pantojita para que se haga las pruebas necesarias que demuestren definitivamente que son hermanos. "Lo recogió Merchi, su madre, y no me ha contestado"
Pero, ¿cómo consiguió el ADN necesario para confirmar sus sospechas sobre la paternidad de Bernardo?
Al parecer, fue un día que ambos se reunieron para comer. "Un día, comiendo con Bernardo, mientras él se fue al lavabo yo cogí su servilleta y su vaso", relata Pinocho.
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Anabel Pantoja, a punto de descubrir si lo que dice Pinocho es cierto
"Lo llevé a un laboratorio y confirmaron que era mi padre biológico", asegura al respecto.
Aunque, a pesar de que su padre siempre le pidió que "luchase por lo suyo", tiene serias dudas de que los Pantoja vayan a aceptarle en la familia.
"Si los Pantoja no se pueden ni ver entre ellos", señala en referencia al conflicto que existe actualmente.
Hace tiempo que Kiko Rivera y su madre no se dirigen la palabra, lo que terminaba involucrando también a su hermana Isa.
De hecho, todo indica que la tonadillera ya no quiere saber nada de sus hijos, de los que prefiere mantenerse alejada.
La única en la que parece confiar Isabel Pantoja es en su sobrina Anabel, que siempre fue su ojito derecho y a la que ha recogido bajo su ala.
Mientras que, por su parte, la ex colaboradora de Sálvame lo ha pasado realmente mal viendo cómo su querida familia se rompía en pedazos. Sobre todo por los buenos recuerdos que guarda de Cantora.
La que tampoco estará dispuesta a dar su brazo a torcer es Merchi, madre de Anabel, que no permitirá que su hija se quede sin su parte de la herencia.
Cabe recordar que ya hay un enfrentamiento con la viuda de Bernardo, Junco, por el mismo motivo.
Los Pantoja han dejado muy claro en numerosas ocasiones que son de armas tomar y tampoco dejan entrar tan fácilmente a nadie dentro de su círculo.
Ahora, cabe esperar para ver si la prueba de ADN que pide Pinocho termina de confirmar lo que es un secreto a voces.
Ya en el funeral de su padre, el joven dejaba claro que el tema iba para adelante. "La verdad solo tiene un camino".
"Yo no voy por el tema económico, voy por la verdad. Si ese apellido me pertenece, me pertenece y punto", zanjaba.