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Plano de los presentadores del programa 'Así es la vida', Sandra Barneda y César Muñoz

Las audiencias de ayer aclaran si Telecinco prefiere a ‘Así es la vida’ o a ‘Sálvame’

Ayer las audiencias volvieron a ser contundentes

Las audiencias de ayer siguen augurando un verano muy complicado para Telecinco que no encuentra la fórmula para paliar la crisis. Con el final de Sálvame y la llegada de Así es la vida se esperaba un cambio positivo que, finalmente, no se ha producido. Todo lo contrario, pues el espacio presentado por Sandra Barneda y César Muñoz no acaba de convencer.

Mediaset está completamente sin rumbo y cada día es testigo de una caída en picado imposible de evitar. Ninguna de sus fórmulas logran la aceptación del público que sigue decantándose por otras formas de entretenimiento. Un problema que no solo afecta a la franja vespertina, sino al resto.

Las audiencias de ayer evidencian que algo no funciona

Ayer las audiencias volvieron a darle un tremendo disgusto a la cadena de Fuencarral. Por tercer día consecutivo, los resultados no han sido favorables y remontar la situación se complica por momentos.

La nueva apuesta de Telecinco experimentó un ligero ascenso respecto a los índices registrados el pasado martes, sumando un 10,3% de share y 819.000 espectadores. No obstante, este pequeño incremento se debe a que la cadena decidió alargar una hora más la duración del programa.

Sandra Barneda en el plató de Así es la vida
Así es la vida no logra superar a Sálvame | Mediaset

Pero ni con esas los resultados obtenidos son suficientes para considerar al formato como el digno sucesor de Sálvame. Un día más, Barneda se queda muy por detrás de Sonsoles Ónega que sigue liderando una de las franjas más competitivas de la televisión.

Haciendo una comparativa entre Sálvame y Así es la vida , el sustituto del mítico programa vespertino apenas se acerca a sus peores datos. Lo que indica que el espacio producido por Cuarzo todavía no cuenta con una audiencia fiel con la que consolidar su futuro.

Es evidente que los cambios de programación no están funcionando. Pero no solo en la franja de la tarde, también el resto se ve afectada por la crisis de audiencia. El Pueblo se despidió con su mínimo histórico anotando solo un 7% de cuota de pantalla.

Tampoco Mía es la venganza logra buenos resultados, pues sigue en caída perdiendo 7.000 seguidores respecto al pasado martes. La única franja que logra salvarse de la quema es la matinal, donde Telecinco sí logra liderar respecto a su principal competidor.

Las audiencias dictan el rumbo a seguir

Las audiencias de ayer solo dieron un respiro a las mañanas de Telecinco. El programa de Ana Rosa lidera por encima de las demás cadenas, lo que alivia un poco la preocupación de la nueva dirección.

Teniendo en cuenta que el espacio de Sandra Barneda es un programa 'bisagra' de cara al estreno de Ana Rosa, resulta algo positivo. Todos esperan que el efecto de la mítica presentadora se traslade a las tardes y logre los mismos resultados que en la franja matinal.

Captura de 'El Programa de Ana Rosa' con Ana Rosa Quintana seria el 26 de junio de 2023
Telecinco solo logra liderar la franja matinal | Mediaset

Algo muy complicado si se tiene en cuenta que la serie La Promesa de TVE lideró la tarde del miércoles con 12,3% de share. Más de un millón de espectadores estuvieron atentos al ente público y 220.000 se sumaron en diferido.

Tampoco se queda muy atrás Amar es para siempre, que se quedó a una décima de superar a La 1. De ahí que Y ahora Sonsoles lograra arrastrar a la audiencia consiguiendo un 12,3% de cuota de pantalla.

En cómputo total, las audiencias registradas ayer vuelven a darle la victoria a Antena 3 quedando así Telecinco en segunda posición. Atresmedia se impuso en cuatro de las seis franjas horarias, mientras Mediaset solo lideró la matinal.

Unos datos muy preocupantes que se espera que cambien de cara a la final de Supervivientes que tendrá lugar esta noche. El reality no ha tenido el éxito de otras ediciones, pero al menos ha supuesto una válvula de escape al fracaso total.