Las audiencias de ayer vuelven a colocar a Telecinco bajo mínimos, y es que la película de Aladdin que emitían durante la noche del viernes ha conseguido apenas un 10,5% de cuota de pantalla. Más o menos un millón espectadores estuvieron pegados a la pantalla para disfrutar del éxito de Disney.
Una cifra que se mantiene en la misma línea decante que lleva siguiendo la cadena desde hace semanas y que ha obligado a los altos directivos a tomar importantes decisiones.
Algunas de ellas, muy duras, como la inminente cancelación de 'Cuentos Chinos', el programa de Jorge Javier Vázquez o la del 'Límite 48 horas' de 'GH Vip' por no llegar a los mínimos de audiencia esperados.
No cabe duda de que Telecinco no pasa por su mejor momento, mientras que Antena 3 se corona y mantiene su liderazgo.
De ese modo, este mismo viernes hemos podido ver como 'La Voz' se ha impuesto con nada menos que un 18,3% de share.
Las audiencias de ayer siguen sin darle tregua a Telecinco
Ni siquiera la llegada de Ana Rosa Quintana a las tardes, en la que habían puesto todas sus esperanzas, consigue hacerle frente a Sonsoles Ónega. Y, ante los terribles datos de audiencia, se veían obligados a realizar una reunión de emergencia para ponerle solución al problema.
De lo que no cabe duda, es que de a partir de ahora los directivos intentarán imponer algunos cambios que consigan conquistar a la audiencia, que ha manifestado sus quejas de manera muy abierta en redes sociales.
El público ha dejado muy claro que no perdona la desaparición de formatos tan míticos como 'Sálvame' y la de algunos de sus personajes más queridos, como Belén Esteban.
De hecho, exigen su vuelta, además de que presentadores como Jorge Javier tomen la rienda de programas como 'GH Vip', que ha marcado su mínimo histórico hasta la fecha.
Además, muestran continuamente su descontento ante presentadores como Marta Flich, Sandra Barneda o Ana Rosa, cuyos programas no consiguen atrapar el espectador por más que lo intenten.
Sin duda, la reestructuración se ha llevado a cabo de manera muy brusca. Y la audiencia, acostumbrada a cierto tipo de contenido, no termina de encajarlo.