Borja Prado se ha convertido, sin quererlo, en unos de los hombres del momento. Su reciente posición como director de Mediaset España, le ha llevado a realizar muchos cambios que a más de uno no han gustado.
El empresario tomó este cargo en abril de 2022, momentos en el que se intuía que existía una grave crisis en la cadena. Y es que desde que Borja Prado se puso al frente, ha habido un antes y un después y ha afectado a muchos trabajadores.
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Hablamos de Jorge Javier, quien se ha mostrado muy en desacuerdo sobre una de las últimas reglas de Borja Prado. El presentador se ponía delante de las cámaras de Sálvame días después de anunciarse el nuevo Código Ético de la cadena.
Borja Prado pretende darle con estas nuevas normas un lavado de cara a la cadena. De esta manera, muchos de los programas de su parrilla se verían afectados, especialmente por el trato de información sobre muchos personajes públicos.
A partir de este momento, Borja Prado ha declarado que no se podrá hablar sobre otros programas de televisión, política o personajes como Rocío Carrasco. Mucho menos estará bien visto publicitar empresas o proyectos que no tengan que ver con la cadena.
“Hablaré de lo que me dé la gana y con quien me dé la gana”
Pero, algo de lo que tendrán que cuidarse los colaboradores de Sálvame es de las continuas salidas de plató. Desde ahora, estará prohibido abandonarlo si no es por una causa justificada. Y por ello le han llovido críticas a Borja Prado, empezando por el presentador del programa.
“Mañana estreno un pódcast que se llama Los burros de Fortunato. ¿Qué te parece? Hombre, con invitado y todo”.
Pero ya había lanzado una indirecta a través de sus redes sociales. “Hablaré de lo que me dé la gana y con quien me dé la gana”, señaló.
Durante este mandato con Borja Prado, la cadena pretende limitar lo máximo posible filtraciones a la prensa. Unas normas que pretenden limpiar la imagen de la empresa y su reputación, la cual se ha visto gravemente afectada en los últimos meses.
Y es que Mediaset no solo enfrenta una crisis interna propiciada por la salida de Paolo Vasile. Ahora, el conglomerado quiere sacar a relucir una imagen más fría y producir más contenidos de diferente índole. No se podrá filtrar “opiniones, documentos o informaciones externas de la empresa”, según Borja Prado.
“Todas las comunicaciones con los medios de comunicación externos serán realizadas exclusivamente por las personas y departamentos autorizados para ello”, reza la Normativa. Por lo que se “deberá ser comunicado a los encargados pertinentes de la División de Comunicación y Relaciones Externas”.
De no ser así, la persona podrá ser penalizada gravemente. La cadena podrá “tomar las medidas disciplinarias que correspondan”, según declaran. Se podrá “limitar el acceso, bloquearlo o anularlo”.
Esta normativa supondrá un antes y un después en la vida profesional de las caras conocidas de la televisión. Incluso se tendrá que hacer un control de un correcto uso de las herramientas de la compañía.