El 30 de junio de 1990, Borja Prado contrajo matrimonio con Pilar Benítez Toledano en la iglesia Mayor de Medina Sidonia (Cádiz). El mismo lugar en el que, 33 años después, se casaría el hijo de ambos, Javier Prado, con Catalina Vereterra.
Recientemente, el hijo mediano del presidente de Mediaset España vivió en carne propia lo que sus padres vivieron cuando se dieron el ‘sí, quiero’.
En su día, la boda de Borja Prado dio mucho de que hablar entre medios reconocidos del país, de la misma forma que lo ha hecho en estos días la de su hijo. Parece que la historia se repite porque en el casamiento de Borja Prado también acudieron muchísimos invitados de la alta sociedad.
Eso sí, lo que nadie sabía era que una joven Ana Obregón era una de las tantas invitadas a este exclusivo enlace.
Ana Obregón, la protagonista involuntaria de la boda de Borja Prado
Como hemos mencionado anteriormente, la boda de Borja Prado con Pilar Benítez se celebró a principios de verano de 1990 y fue una de las más comentadas de la época. Eso sí, no solo por la notoriedad de sus protagonistas, sino por la presencia de la mismísima Ana Obregón.
Y es que, según recuerda el entonces corresponsal de Diario de Cádiz, Antonio José Candón, la actriz revolucionó a los invitados porque por aquel entonces esta se había ganado el renombre de ser “la más deseada por los españoles”.
Dicho profesional recuerda que una joven Ana Obregón se sintió cohibida por todas las miradas que recibió por parte de los invitados de la ceremonia.
"La fotógrafa enviada por el periódico (Diario de Cádiz), Tere Mejías, se tuvo que fajar entre las libretas. Obregón estuvo a punto de sufrir una sonada caída en una cuesta junto a la iglesia entre el bullicio de los curiosos. Fue recogida en el aire", recuerda Candón.
Está claro que en cada boda hay siempre un protagonista involuntario, en este caso, Ana Obregón.
Otra celebridad se robó la atención en la boda del hijo de Borja Prado
Ahora, en la boda del hijo de Borja Prado, este puesto, el de ser protagonista involuntario, se le ha adjudicado a la infanta Cristina. Y es que la hija del rey emérito deslumbró a todos los invitados con su presencia. Radiante y feliz, así aparecía la madre de Pablo Urdangarin cuando falta tan poco tiempo para que firme su divorcio con Iñaki Urdangarin.
A decir verdad, la infanta Cristina no podía faltar al casamiento de este año, ya que es muy amiga del mismísimo Borja Prado, a quien conoce desde que era pequeña porque el padre de este era el administrador privado del suyo.