Desde que Borja Prado aterrizase en Mediaset, los cambios que ha impuesto no han dejado a nadie indiferente.
Ya sea para bien o para mal, el nuevo director pretende reestructurar la cadena, y para conseguirlo no le importa deshacerse de alguno de los rostros más conocidos.
Así, ya tendría a varios personajes como Jorge Javier Vázquez o Pedro Piqueras en el punto de mira.
Y no solo eso, sino que ha decidido elaborar una lista negra en la que aparecen varios nombres de famosos a los que ha vetado.
Empezando por Rocío Carrasco, la que fuese la 'niña mimada' de Paolo Vasile durante estos últimos años, y pasando por sus hijos Rocío y David Flores, además de otros miembros del clan.
Tampoco se podrá hablar de Kiko Rivera o Bárbara Rey, en una clara estrategia para que la audiencia descanse un poco de estos personajes que están ya bastante quemados.
Además, también estará terminantemente prohibido hablar de política o abandonar el plató sin explicación alguna, algo que vienen haciendo de forma habitual los colaboradores de Sálvame.
Parece ser que es a estos a los que más han afectado estas nuevas normas, y es que se niegan a aceptar que su libertad se haya visto acortada de esta forma.
La primera, Belén Esteban, que defendía hace unos días que ella "siempre había podido hablar de lo que le había dado la gana en televisión".
Pese a ello, la de Paracuellos deberá hacerse a la idea de que las cosas han cambiado, al igual que Jorge Javier, que también se rebelaba de la peor manera contra su jefe.
En el nuevo código ético queda estipulado que "afectará a todos los empleados, colaboradores, clientes, proveedores y resto de terceros que mantengan relaciones profesionales con Mediaset España".
NOVEDAD WHATSAPP: Pincha aquí para recibir GRATIS tus noticias favoritas del Corazón en WhatsApp
Borja Prado decide acelerar la reestructuración de Telecinco
Por tanto "deben abstenerse de emitir opiniones, preferencias o comentarios políticos en el seno del programa".
A la primera de cambio, sin embargo, tanto Jorge Javier como Belén se ponían a debatir sobre política haciendo caso omiso a las advertencias del director del programa.
Y ya no solo eso, sino que Vázquez se ponía a promocionar su nuevo podcast como si nada, incumpliendo otra de las normas.
"Mañana estreno un podcast que se llama Los burros de Fortunato. ¿Qué te parece? Hombre, con invitado y todo", anunciaba el presentador como si nada.
Una acción que está terminantemente prohibida, puesto que las nuevas reglas "no permiten ningún tipo de manifestación publicitaria que no haya sido previamente comunicada por escrito a Publiespaña".
Además, tampoco se podrá "atacar o criticar a ningún otro programa de la compañía o a sus presentadores y colaboradores", lo que viene siendo habitual en Sálvame.
También queda establecido que "no se tolerará ningún incumplimiento" y en caso de hacerlo, se considerará "falta laboral".
Algo que muchos tachan de una auténtica forma de censura y que coloca a Borja Prado en el punto de mira.
Una auténtica "revolución contra la telebasura extrema" ante la que ya le han echado más de un pulso al nuevo presidente.
La crisis de audiencia tampoco ayuda, ya que incluso los formatos estrella de la cadena como Supervivientes han sufrido una estrepitosa caída.
Justo por eso, Prado ha tomado la decisión de acelerar los cambios que lleva a cabo en Telecinco.
Así, establece que Mediaset "quiere abrirse a nuevos contenidos editoriales y ampliar el repertorio de personajes".
Sin contar con que la cadena sigue inmersa en varios procesos judiciales con los que podría terminar muy tocada.
Para empezar, el juicio por abuso entre Carlota Prado y José María López que marcaba el fin de Gran Hermano.
Y, por otro lado, la famosa 'Operación Deluxe' en la que se ven envueltos más de 100 famosos, a los que Telecinco habría espiado para conseguir contenido.