Hace apenas unos días Carla Vigo, la sobrina de la reina Letizia, daba una noticia que nos dejaba a todos helados.
La joven reconocía que lleva tiempo sufriendo un trastorno de la conducta alimentaria y que había tenido que ser internada para recuperarse.
Una información que hasta el momento solo había compartía con su círculo más íntimo, pero que se animaba a sacar a la luz para ayudar a otros jóvenes en su misma situación.
Aunque desconocemos si la reina Letizia estaba al tanto de este problema, queda claro que ella también está bastante preocupada por su sobrina.
Desde que falleciese su hermana, Érika Ortiz, la reina ha intentado en todo momento estar cerca de Carla y apoyarla.
Aunque eso también implicase llamarle la atención por la sobreexposión mediática a la que se estaba sometiendo.
La carrera como actriz de Vigo empezaba a convertirse en un verdadero problema para la Casa Real, ya que no había día en el que la joven no protagonizase alguna noticia.
Eso, mientras que desde Zarzuela le recomendaban seguir por otro camino que no fuese el de la actuación.
Con el tiempo, parece que Carla ha terminado dándose cuenta de que quizás su tía tiene razón y ahora está decidida a centrar sus esfuerzos en otra profesión.
En pleno proceso de recuperación, la joven parece haber encontrado su verdadera vocación: ayudar. a los demás.
NOVEDAD WHATSAPP: Pincha aquí para recibir GRATIS tus noticias favoritas de la Familia Real en WhatsApp
Así, ella misma asegura que poco está mejor, e incluso ha dado el paso de irse a vivir con un grupo de amigos.
Además, su principal proyecto es estudiar temas de integración social, "para trabajar ayudando a niños con problemas, y gente que necesita ayuda psicológica y comprensión".
Según ha salido publicado, la reina Letizia está muy asustada y quiere ayudar a Carla.
Carla Vigo, la sobrina de la reina Letizia, toma una importante decisión
La sobrina de Letizia tiene claro que "recuperarse del todo es muy complicado. No he salido porque he tenido recaídas", compartía con sus seguidores.
"Sucede como con los alcohólicos, que nunca se recuperan del todo. Tengo que tener cuidado con ciertos comportamientos", les advertía.
Era apenas con 8 o 9 años cuando la hija de Érika Ortiz comenzaba a verse mal en el espejo y con 14 ya hacía "cosas perjudiciales para ella".
Sin embargo, no ha sido hasta ahora cuando por fin se ha animado a hablar sobre el tema y pedir ayuda. Lo que le ha venido muy bien, ya que actualmente sigue recuperándose en casa.
La joven reconocía padecer bulimia desde hace bastante tiempo y ha pasado ingresada las últimas semanas.
"Era una niña y no sabía qué me estaba pasando. No lo supe identificar porque tampoco nadie me había hablado de ello. Es algo que te va a acompañar toda la vida, pero tienes épocas mejores", explicaba.
Carla también asegura que lo que la ha ayudado mucho es poder acudir a terapia de grupo. "Fui al médico de cabecera y me mandaron a la psiquiatra", relataba.
Aunque tiene claro que la recuperación total es un proceso lento: "Mi apoyo han sido mis amigos y mi familia. También me apoyo en el baile porque me ayuda a no pensar en nada y a cuidarme de todo".
El dolor por la perdida de su madre sigue todavía muy presente, y es que no hay ni un solo día en el que Vigo no se acuerde de ella.
De hecho, en el aniversario de su fallecimiento siempre aprovecha para dedicarle unas preciosas palabras.
"Ya han pasado 16 años desde tu viaje sin billete de vuelta, aunque cada vez me duele menos", escribía el pasado 7 de febrero.
"Cada día de mi vida, lo que más deseo, es que pudieras bajar de donde quiera que estés para darme un último abrazo y para ver la persona en la que me he convertido".