Emilio asegura tener mucho peligro y haber sido siempre muy fogoso con las chicas. En el número de conquistas dice haber llegado a las tres cifras.
"Me he llegado a liar hasta con lesbianas, que nunca habían estado con un chico", presume.
Lleva soltero un año y medio, pero quiero volver a enamorarse. Se lía con muchas chicas pero ninguna termina de cuadrarle.
Busca una chica que sea una señora en la calle pero fogosa en la cama.
A Sara le suelen decir que es única, que cuando llega a un sitio da luz porque siempre está sonriendo. A él le ha gustado mucho cuando la visto "con su escote, sus transparencias".
Nada más llegar al restaurante, se ha quedado prendada de Carlos Sobera. "Es muy apuesto", ha comentado e incluso le ha pedido que le haga su característico movimiento de cejas.
Ella ha dejado una relación de 12 años y siente que no encaja en el mundo de la soltería. "Hay valores y principios que faltan", asegura.
Le cuesta confiar en la gente porque su ex le fue infiel. "Estuve con él siendo infiel porque quería ver hasta dónde llegaba su mentira", reconoce. "Llegué a plantearle mantener una relación abierta".
A Emilio eso le ha encantado e incluso se ha imaginado haciendo un trío. "Lo bien que lo voy a pasar con ella", considera él.
Él le confiesa que ha dedicado su vida a las chicas. Y le dice que busca una chica que sea una dama en la calle, pero fiera en la cama.
Sin embargo, a Sara eso le molesta porque está cansada de hombres mujeriegos que todas tienen que ir detrás de él.
"No busco pasar un rato, sino que quiero algo serio". Y asegura que el satisfayer es su mejor amigo. "Se lo pone más difícil a los hombres", opina. Aunque siempre ha intentado ser la mujer perfecta.
Eso sí, desde un principio tenía muy claro que no le gusta el chico, por lo que se niega a darle un beso.
Sin embargo, eso Emilio lo ha entendido como un reto. "Me gusta que me lo pongan difícil", ha dicho.
Finalmente, se dan un breve piquito, pero porque Sara ha sentido que se lo merecía y la había tratado muy bien. Pero la alegría le ha durado poco a Emilio, porque ella asegura que no ha sentido la chispa necesaria.
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Ángel busca una chica a la que le guste el deporte
La vida de Ángel está enfocado al deporte, es entrenador personal. De pequeño padecía obesidad y de ahí pasó a la anorexia. Luego también hizo frente a la vigorexia y ahora está en un buen momento
Lucía se considera una persona muy clara, no se suele cortar a la hora de decir lo que piensa. Busca un chico varonil, que esté fuerte.
A él le ha encantado nada más verla, y más cuando ha pedido cerveza. Sin embargo, mientras que Ángel es mucho de cuidarse, Lucía confiesa que no le va el gimnasio.
Aunque no se niega tampoco a retomarlo, y más si tiene a alguien que tire de ella y la anime a ir.
La primera impresión que se han llevado ambos es buena. Y es que a pesar vivir del deporte, lo que menos le preocupa a Ángel es el físico. Considera que una persona vale más por su personalidad.
En la intimidad, se han dejado llevar por la pasión y han comenzado a jugar. Cuando Lucía le ha mordido el cuello, él no ha dudado en llamarla "vampiresa, ya sé cómo te voy a poner en el Whatsapp".
Además, Ángel ha presumido de ser el yerno perfecto, aunque ha metido un poco la pata porque no se acordaba del nombre de su cita.
Por suerte, eso no ha afectado en la decisión final, ya que han querido irse juntos y darse una oportunidad.