Sin lugar a duda mi saga favorita de la historia es la que conforman la familia Campos. Pero eso no quita que de vez en cuando no entienda sus posicionamientos y las rabietas que montan en la televisión. O quizás, precisamente esto es lo que me gusta de ellas.
Lo modélicas que quieren venderse, aunque luego acaben bajando al barro como las que más. Ciertamente, hay una expresión que define muy bien a las televisivas "Por muy mal que estés, siempre hay una Campos que está peor que tú". Y esta frase, que ya forma parte de jerga de los pasillos de Telecinco, creo que las define mejor que bien.
Durante décadas, Carmen Borrego ha sido la hija menos mediática de María Teresa Campos, pero hubo un momento que ella misma pensó renovarse o morir. Borrego hacía tiempo que ya no dirigía programas en la televisión y vio en el docu-reality de Las Campos su renacer profesional.
En esta ocasión como colaboradora. Sin saber, claro, que esta nueva condición la iba a arrastrar a ser el 'punchingball' de muchas de las polémicas que se tratan en la televisión.
La hermana de Terelu Campos dedica cuatro días de la semana a soltar informaciones sobre su familia. Y los otros tres días a intentar escapar de las polémicas que ella genera. Si lo miras desde fuera pensarás, ¿Para qué monta todo este show? Pues fácil, para permanecer en el medio y para seguir facturando.
Carmen Borrego es una experta negociando cachés para las entrevistas que da ella y su familia en los platós y en las revistas. Pero a la vez, no es capaz de detectar los jardines en los que se mete antes de que ya no sepa salir del hoyo. Y cuando esto pasa, pues pierde los nervios e intenta cambiar el foco para acusar a los demás.
Después de que ella y su hermana Terelu Campos empezasen a hablar de Gustavo, el chofer de su madre, en Sálvame. Ahora se molesta cada vez que se habla de su familia en los platós.
Y cuando le recuerdan que ella es la mayor follonera, ella estalla, se pone a llorar y acusa al programa de querer cargársela. Literal.
Carmen Borrego no tiene narices a irse de Sálvame por qué fuera hace mucho frío
Carmen acusó a Sálvame en medio minuto de cargarse su relación con su hijo y de querer enterrarla. Quizás no recuerda que la boda de su hijo la vendió ella. Que se hizo más tardes que nunca hablando de la boda en el programa.
Y que no dudó en cargar contra todos y contra todo, aunque estuviese hablando de los suyos. Tira el móvil, se tropieza y se quita el micrófono mientras abandona las instalaciones de Mediaset asegurando que se va y que está harta. En ese momento, el programa decide que no hace falta seguirla y que si se quiere ir, que se vaya.
Pero Carmen sabe que fuera hace mucho frío y no ha tardado ni 24 horas en volver al programa para decir que no se va y que nunca ha querido hacerlo. Desde aquí quiero decirle que nos gusta tal y como es, y que no hace falta que se esfuerce en querer sacar su parte digna, porque siendo como es ya nos gusta. Con sus incoherencias y sus arranques de ira.
Borrego asegura que su sueño es volver a dirigir programas, pero creo que ahora lo que en verdad le gusta es ser colaboradora. Madruga poco, cobra bien y es mucho más fácil el trabajo de un colaborador que habla de su propia vida, que el que se tiene que matar a buscar noticias y exclusivas.
Aunque esto implique que en ocasiones tenga que arrasar con su propia familia y se tenga que rasgar las vestiduras. Todo se cura, o casi todo, Carmen.
NOVEDAD WHATSAPP: Pincha aquí para recibir GRATIS tus noticias favoritas del Corazón en WhatsApp