Durante toda la tarde de ayer, Sálvame estuvo anunciando una entrevista que iba a ser única por distintos motivos. El primero de ellos era que la protagonista aún no se había sentado nunca en cualidad de entrevistada en el plató y el segundo motivo, mucho más enigmático, qué conoce muy bien a los colaboradores del programa de tardes.
Finalmente, se destapó que la invitada sorpresa era Adela González, la presentadora del programa y que cambiaba su silla a la de invitada. El motivo de esta excepción se debía a que esa misma tarde se celebraba su primer aniversario al frente del programa de Telecinco. Al empezar esta entrevista ya anunció que ella no era muy dada a hablar de ella, pero a pesar de todo accedió.
Creo que los colaboradores no han sudado tanto como ayer. Pues la presentadora evitaba mojarse en todos los temas que le preguntaban. No quería decir quién le caía mejor ni peor del programa, tampoco recordaba malos momentos en ese plató, pero tampoco los especialmente buenos.
Tanto fue así que yo creo que la entrevista duró menos tiempo de lo previsto al ver que era imposible sacar algo en claro de sus escasas respuestas. Pero sí que hay que dejar claro que ella no engañó a nadie.
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Pues aclaró que su estilo nada tiene que ver con el de señalar a nadie. Algo que parece totalmente increíble trabajando en Sálvamecuando la materia prima es realmente esta, señalar, acusar y montar bronca.
Una bronca que a los espectadores nos chifla y que, además, siempre nos parece poca y nos gustaría que fuese más. Finalmente, Adela González acabó cayendo y nombró uno de esos nombres que, al parecer, todo el mundo teme. La presentadora se refirió a Terelu Campos cuando le preguntaron con qué presentador o presentadora le costaba más trabajar.
De una forma muy diplomática intentó justificarse diciendo que Terelu tiene una manera muy propia de presentar y que está acostumbrada a conducir programas sola. Lo que daba a entender que quizás la hija de Maria Teresa Campos no es para nada generosa con los pasos a vídeo que comparten y dándole el espacio que merece.
De este momento lo que más me impactó fue que ni los colaboradores ni tampoco María Patiño se sorprendiesen y quisieran romper una lanza a favor de Terelu Campos. Este silencio absoluto me cuadra con lo que dijo Jorge Javier Vázquez hace unas semanas en el Deluxe.
"En este plató se tiene más miedo a Terelu que a un nublao"
Jorge Javier Vázquez tiró de esta expresión que se usaba cuando venía un temporal y que podía dañar el trabajo de los agricultores. Según parece, en esta nueva etapa de Terelu Campos como presentadora de la cadena sigue pesando sobre ella una larga sombra.
Adela González ha sido valiente mojándose por primera vez dando el nombre de uno de sus compañeros. Pero estoy convencido de qué esto no ha hecho ninguna gracia a Terelu y seguro que en los próximos días le suelta un tirito cuándo menos se lo espere. Ciertamente adoro al clan Campos como fenómeno televisivo, pero la realidad es que no aceptan una crítica, aunque sea constructiva.
Aun recuerdo un día en uno de los debates de Las Campos, cuando Antonio Rossi quiso dejar entrever que la pareja Maria Teresa Campos y Bigote Arrocet no estaba siendo igual de entregada por ambas partes. Maria Teresa Campos le hizo una mirada matadora y a partir de allí lo apartó del clan.
Me sorprende a día de hoy y en este momento en el que la televisión solo se entiende con formatos orgánicos y con varios protagonistas, que el peso de una presentadora pueda decidir el camino que siguen las demás personas.
Me invade una sensación de asombro, pero sumado al morbo que me genera el ver que existe una mano negra que tiene el suficiente poder como para amansar a las fieras.
Adela González para mí es un claro sí en las tardes de Telecinco. Aunque no lo tuvo nada fácil, llegando en un momento dónde las audiencias no funcionaban.
Además, el público aclamaba a Carlota Corredera y teníamos muy reciente el adiós de Paz Padilla. Quizás por esto último lo tuvo algo más fácil, pues ni una gran parte de la audiencia de Sálvame, ni tampoco los colaboradores, aguantaban a Paz Padilla.
Nunca entendí como se mantuvo tantos años en el programa si los temas del corazón no le interesaban y sus compañeros le caían tan mal. En cambio, Adela González es generosa con los compañeros, tiene un tono agradable y la hace mágica que venga de un universo que nada tiene que ver con el programa. Pero que se esfuerza a diario por conocer.