Bárbara Rey ha estado siempre en la fina línea de ser admirada por todos o bien, de ser considerada una de las grandes mentirosas o fantasiosas de las últimas décadas. Desde que tengo uso de razón recuerdo historias, leyendas y cuchicheos que vinculan a la vedette con el rey Juan Carlos.
Pero si me preguntas si recuerdo algún momento en el que ella reconociera esta historia, la respuesta es que no. También es cierto que no la recuerdo en ninguna entrevista nada taxativa negando este romance. Esta intriga se ha mantenido en el tiempo, con decenas de colaboradores de televisión que se han callado muchos datos.
Un silencio que no es en vano por motivos obvios. De quién se estaba hablando es del rey Juan Carlos y, por lo tanto, toda prudencia es poca para no herir sensibilidades y que te acaben dando un sonado aviso. Porque a estas alturas si alguien cree en la libertad absoluta de los medios y de los periodistas, lo cierto es que no entiende nada.
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La Casa Real española siempre ha sido un territorio prohibido y todos los temas relacionados se han tratado de manera escrupulosa. Una prudencia que le ha dolido durante años a Telecinco, que conociendo de primera mano datos de la estrecha relación entre Bárbara Rey y Juan Carlos, se han callado completamente.
Un silencio que les ha costado mantener, sobre todo, cuando han llevado de invitadas a la propia Bárbara o a su hija Sofía Cristo. Siempre había pensado que este silencio se debía a la prudencia de Bárbara por no meterse en camisas de once varas, pero ahora me estoy dando cuenta de que no.
Parece que el miedo venía por parte de Mediaset. Lo tenían muy fácil para marcarse unos especiales de los que tanto les gustan y al más puro estilo Rocío Carrasco, contándolo todo. Se necesitan pocas cosas: unos focos, un plató y una cámara que grabe el relato de Bárbara Rey contando sus más y sus menos con el rey emérito.
Audiencia a chorro y un formato que sería envidiado por todos. Pero por algún motivo que desconocemos la prudencia ha podido con ellos y les han arrebatado el personaje. Bárbara Rey ha estado durante años abonada a los programas de Telecinco yendo a contar pequeñas pinceladas de su vida, pero sin ser nunca tan clara como ahora.
La serie Cristo y Rey en la que se detalla la vida de la vedette al lado del domador Ángel Cristo, deja muy poco a la imaginación por lo que hace a su romance con el rey. De hecho, se ven varias escenas de cama y queda más que evidenciado que se trata del rey, manteniendo su nombre y apareciendo también una muy despechada reina Sofía.
Antena 3 va a por todas y no quiere dejar escapar a Bárbara Rey
Si bien es cierto que Atresmedia se cubre las espaldas diciendo que lo que aparece en la serie se basa en la ficción y en los testimonios que han participado. La verdad es que los que conocen el relato original coinciden en que se ajusta bastante a la realidad.
Una realidad que se acabará de explicar por boca de la propia Bárbara Rey. Antena 3 ha empezado a promocionar unos especiales bajo el nombre de Una vida Bárbara, dónde la propia protagonista narrará con pelos y señales todo lo que ha vivido.
Ciertamente, yo aplaudo a Bárbara, pues desde que sé de ella todo el mundo ha dudado de su testimonio y la han tachado de fantasiosa. Ahora se demuestra que la presión que se ejercía sobre ella era brutal y que todos esos relatos casi cinematográficos han existido.
La nueva directiva de Telecinco se debe estar estirando de los pelos viendo como Antena 3 está sacando un jugo que quizás les pertenece. Una serie y unos especiales que ellos habrían sabido acompañar bien con unas tertulias especiales.
Y no solo eso, un generador de contenido que les habría servido para rellenar horas y horas de televisión en sus distintos programas. Pero claro, ahora no pueden comentar los contenidos de la otra cadena.
La única solución que han encontrado ha sido grabar una entrega de Viajando con Chester, pero que quedará obsoleta cuando todos sabemos que Antena 3 les ha ganado la batalla. Bravo por Bárbara y muy mal por Telecinco.