Seguramente, la maternidad de Ana Obregón se tiene que disputar el ser la noticia del año con la ruptura de Shakira y Gerard Piqué. Las dos igual de mediáticas y con bandos opuestos que defienden las dos caras de la moneda. Al final son dramas protagonizados por personas ricas y famosas, pero que, al fin, son capaces de generar opiniones y puntos de vista muy distintos entre la población.
Las televisiones tienen claro que estos contenidos son los que compra la audiencia y por ello dedican todos los esfuerzos y recursos a cubrir estas noticias de alcance internacional. El problema viene cuando metes al público tanto en la masa que luego, cuando no puedes darles más, te las ves muy crudas para mantener la trama en lo alto.
La maternidad de Ana Obregón superó las barreras de la prensa rosa. No solamente los programas del corazón y las revistas mostraban interés por este tema. Pues todos los informativos de todas las cadenas abrieron sus ediciones con esta noticia, como si se tratara de los primeros minutos de emisión de una tarde del preciado Sálvame.
Ahora mismo contamos con unas imágenes de Ana Obregón con su hija saliendo del hospital de Miami. También con unos familiares que dan pocas pistas, pero si las suficientes como para que se siga hablando del tema en los medios. Y unos amigos que por delante hablan poco, pero que por lo visto, por detrás no paran de nutrir los programas que buscan a la desesperada más datos.
Los presentadores y colaboradores se han posicionado a favor o en contra de la decisión de Ana Obregón, pero lo cierto es que todos pagarían lo que fuera por entrevistarla. Una entrevista que no tengo dudas que dará, pero todo con unas condiciones y unas normas que ella misma trazará.
Pues si una cosa tiene Ana Obregón, es un claro dominio de los medios. Sabe como funciona un programa de televisión, lo que compra una revista y aún mejor, el valor que tendría un reality protagonizado por ella misma. Un audiovisual lógicamente narrando de principio a fin la hazaña y convenciendo, o no, a los espectadores de su realidad.
Pero vamos a lo importante. ¿Quién se llevará el gato al agua? ¿Cuánto vale una entrevista en exclusiva de Ana Obregón explicando como se ha gestado el nacimiento de la que ahora es su hija?
Ana Obregón: cuestión de ceros y de cancelación mediática
Se estipula que la cifra que habría pagado la revista ¡Hola! por las fotos de Ana Obregón saliendo del hospital de Miami estarían por encima de los noventa mil euros. Y recordemos que cada una de sus apariciones en las campanadas de Televisión Española estarían estipuladas por un importe que rondaría los treinta mil euros.
Eso, lógicamente, sin el interés mediático que ha despertado ahora con todo el revuelo de su hija. Pondría la mano en el fuego y ahora mismo estoy convencido de que la actriz está escuchando y valorando ofertas para contar su vivencia. A pesar de que su perfil acostumbra a estar ligado a las revistas, no sería de extrañar que ahora eligiese una cadena de televisión.
El precio de esta entrevista quizás está por encima de los cien mil euros. Aunque si lo que logra vender es un docu reality a alguna plataforma, puede llegar a doblar o triplicar este importe.
Sin embargo, las cadenas que muestren interés en comprar su testimonio tiene que ir con mucho cuidado. Hay un sector muy grande de la población que desaprueba lo que ha hecho Ana Obregón y el emitir una entrevista suya podría ser contraproducente. Mucha audiencia en una noche a cambio de una cancelación de meses.
Por otro lado, hay otro aspecto que deberíamos tener en cuenta. A pesar de que Ana Obregón es la protagonista, ha llegado un momento que ya se está poniendo la lupa sobre la menor. Su nombre, sus datos personales y su vida.
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Existe la figura del defensor del menor y que se encarga de velar por la privacidad de estos. El hijo de Ana Obregón vivió siempre con la presión de ser un personaje público, pero en su caso, cuando era pequeño, estos temas no estaban igual de regulados que ahora.
Necesitamos saber más de este tema, pero ahora mismo, todo depende de algo. Del dinero que le quieran pagar y de las condiciones que ella quiera poner. Cheques en blanco, proyección mediática y quizás, proyectos de futuro.