La emoción me superaba ayer noche con el estreno de la nueva edición de Supervivientes. Tenía unas ganas imperiosas de conocer todas las novedades y ver sobre papel los cambios que se han hecho para que sea más espectacular la nueva y esperada temporada del programa. La esencia del formato de supervivencia está intacta de su última edición, aunque con algunos cambios.
Algunos forzados por la situación del desgaste y otros generados expresamente para recuperar las expectativas de los seguidores más acérrimos de Telecinco.
Uno de los grandes aciertos de esta edición de Supervivientes ha sido el fichaje de Laura Madrueño, la nueva presentadora desde Honduras y que des del primer momento estuvo acertada. Ciertamente lo tenía muy difícil porque las comparativas con Lara Álvarez eran bastante obvias y el papel que desempeñan es exactamente el mismo.
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Sin embargo, Laura Madrueño sabía a lo que iba y des del primer momento la vimos más que implicada. Tanto que nos sorprendió con una apnea dentro del mar y que si quisiera, la posicionaría como una gran aspirante a Supervivientes. Es una mujer deportista, simpática y con ese toque pícaro que necesita Jorge Javier Vázquez para dar pie desde Madrid a sus comentarios jocosos.
A Lara Álvarez se la echa de menos, pero se entiende que se haya tenido que plantar para poder vivir. Pues dedicar tres meses de tu vida cada año a estar en una isla y frenando su vida personal, es algo que puedes hacer momentáneamente pero no de manera permanente.
Ahora esperamos que muy pronto Mediaset vuelva a apostar por ella y que lo hagan con un formato propio para ella y sin la sombra de nadie más.
Sin embargo, el desembarco de lo nuevo de Supervivientestenía que ser uno de los salvavidas de Mediaset, pero los resultados de ayer fueron un bajón de lo más grande.
Muchos aseguran que era un anoche especialmente complicada por la competencia que tenían en el resto de cadenas. Las apuestas del resto de cadenas eran de lo más inofensivas, con Pesadilla en la Cocina, Horizonte y un nuevo episodio del programa de Joaquín.
La única variación era el estreno también de Cover night en Televisión Española. Un estreno que se quedó por encima del millón de espectadores y como segunda apuesta de la noche, solo por detrás de Supervivientes. Con estos datos y el millón y medio de espectadores podrías pensar que ha sido un éxito para Telecinco, pero la realidad es otra muy diferente.
Esta nueva edición de Supervivientesfue la apuesta más vista de la noche, sin embargo podríamos considerarlo un desastre tremendo si ponemos sobre papel los datos históricos del famoso formato. El estreno de Supervivientes 2023 ha sido el menos visto de los últimos 18 años del reality. En 2020 el programa se estrenó con 3.300.000 espectadores y un 27% de cuota de pantalla.
El estreno de ayer de Supervivientes se aleja a más de la mitad de los espectadores que un día tuvo el formato estrella de Telecinco. Ahora los tiempos han cambiado y atención, porque aún podemos ir a peor.
Se vienen jueves negros en Telecinco
Si bien es cierto que una mala audiencia en el arranque de un reality no es para nada decisivo para su futuro. Sí que es bastante vinculante ver la gente que se puede enganchar al nuevo formato, aunque esta fidelidad puede llegar también a medida que se vayan generando tramas entre los concursantes.
El formato es el de siempre y da unos resultados óptimos, pero quizás el cambio de productora que se ha anunciado para el próximo año puede venirle bien.
En ocasiones no es tanto si el formato es bueno o no, tiene que ver como trabaja cada productora y las visiones diferenciadas que pueden tener respeto a un mismo formato. Veremos si este cambio de paradigma también contempla un cambio de presentador.