Llevamos unos días dónde no se habla de nada que no sean los vetos y las nuevas directrices que se han estipulado dentro de las paredes de Mediaset. La nueva directiva, capitaneada por Borja Prado, tiene claro que para poder volver a ser quienes eran, necesitan cambiar cosas del funcionamiento de Telecinco.
Estos cambios y siempre a su modo de ver, pasan por evitar ciertas concesiones como por ejemplo, hablar de política en programas que no toca. Tampoco se permite hacer referencia a doce personas concretas y que se vinculan directamente al conflicto y también queda totalmente prohibido hablar mal de compañeros de otros programas y productoras.
Un material que ciertamente limita y mucho el contenido de Sálvame, que básicamente vive de las polémicas. Muchas de ellas enlazadas con otros programas de la casa y también con sus colaboradores. En estos primeros días los que dan la cara frente la cámara están haciendo esfuerzos titánicos para no saltarse ninguna norma.
Ayer escuché a Lydia Lozano en Sálvamedecir que esto iba a ser más difícil que el trabajo final de carrera. Esto lo decía después de mencionar el nombre de un restaurante y que también está considerado una falta. Pues tampoco se puede hacer referencia a marcas ni nombres de productos.
No solo fue este el fallo que pudo ver la audiencia. Pipi Estrada también hizo referencia a la independencia y María Patiño tuvo que frenarlo y empezó a vocear que no se puede hablar de política. El miedo es palpable y todos sufren por acabar diciendo algo de lo que luego se puedan arrepentir.
Mientras toda la plantilla intenta hacerlo lo mejor posible, ayer salió a la luz un nuevo proyecto de Jorge Javier Vázquez en el que se deja entrever que hablarán de todo. Este todo implica política, posicionamientos quizás no del todo populares y reflexiones a bocajarro. Justo todo lo que no se deja hacer ya en los platós de Telecinco.
El proyecto se llama Los burros de Fortunato y se trata de un podcast que también se podrá ver en vídeo, pero con una característica diferencial. Este formato no forma parte de Mediaset, pues se trata de un trabajo que el presentador hará para una productora externa y que se distribuirá a través de plataformas de podcast.
A pesar de que alguno de los colaboradores del nuevo programa afirman que este proyecto se estaba cocinando desde hace mucho tiempo. Ahora cobra más protagonismo que nunca, pues llega en un momento en el que Jorge Javier Vázquez había perdido una plataforma de opinión como lo eran las cámaras de Sálvame.
Tengo serias dudas de como habrá caído este formato dentro de Mediaset
Desconozco los detalles del contrato de larga duración que tiene Jorge Javier Vázquez con Mediaset. Entiendo que si hace este proyecto es que no cuenta con una cláusula de exclusividad al uso. O que quizás, esta no contempla los podcasts como un producto de competencia hacia la cadena que le paga cada mes.
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Sin embargo, viendo por el delicado momento que están pasando los trabajadores, creo que el movimiento se puede entender como un pulso que les está haciendo Jorge Javier. Dejando más que claro que nunca se va a callar nada de lo que piensa y que siempre será coherente con sus ideales.
Ciertamente, ahora mismo solamente hay dos opciones dentro de Mediaset. O aceptas las normas que presuntamente están imponiendo, aunque estas atenten contra tu libertad de opinión. O bien coges el petate y con tu orgullo te vas para tu casa.
Ahora bien, el orgullo no te permitirá pagar tu casa, tu coche y los gastos que puedas tener. El abandonar el barco o emprender un camino paralelo solamente se lo puede permitir alguien que ya lo tenga todo ganado. Recuerdo que en algunas entrevistas Jorge Javier Vázquez ha contado que habló con su gestor y este le dijo que si ahora se retirara podría seguir viviendo sin necesidades.
Sabiendo esto, claro que te puedes plantear el perder un trabajo. Eso si, igualmente no quita que debamos de aplaudir a Jorge Javier Vázquez por estar dando un golpe encima de la mesa. Aunque pudiese seguir viviendo bien, podría estar renunciando a tener mucho más.