Antena 3 lleva años luchando por este modelo de televisión que muchos han denominado como televisión familiar o televisión blanca. La competencia también se refiere a ella frecuentemente como la televisión triste, entiendo por los contenidos que hacen y la manera que tienen de enfocarlos.
Aunque hace tiempo que este término ya no lo escucho, entiendo que es porque las audiencias de una cadena y la otra ya no es tan distinta como hace años. Telecinco vio el cielo cuando se dio cuenta de que Antena 3 ya no iba a apostar por formatos del corazón, dejándoles a ellos pista libre para explotar el género.
Antena 3 se empezó a especializar en concursos, en programas que tenían que hacer mucha risa desde casa y que nada tuviese que ver con los malos rollos. Solamente risas, famosos jugando y gente ganando dinero por acudir a sus concursos. De hecho, no estoy en contra de los concursos televisivos, siempre y cuando encontremos la justa medida.
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Porque al final, al igual que con los programas del corazón, la gente se acaba quemando. En este aspecto, Antena 3 poco a poco va haciendo algunos pasos atrás y con la llegada de Sonsoles Ónega volvieron a introducir algo de prensa rosa, pero no como antes.
En el blog de hoy quiero hablaros un poco de los maestros de ceremonia con los que cuenta Antena 3 y, como consecuencia directa, también La Sexta, la cadena hermana pequeña. Todos los concursos se los tienen encargados a hombres de su máxima confianza como Arturo Valls, Manel Fuentes o Juanra Bonet, ven en ellos buenas audiencias.
Al final supongo que lo que busca una cadena es agradar y que los anunciantes quieran salir en sus programas. El señorío de Antena 3 sigue con un Pablo Motos querido y odiado a partes iguales. De nuevo, un hombre que presenta y dos mujeres las cuales cumplen la cuota.
Susanna Griso por las mañanas y Sonsoles Ónega por las tardes. En medio de hombres, hombres y más hombres que presentan. Quizás quién esté leyendo esto piensa: 'Bueno a lo mejor no hay mujeres que quieran o encajen en estos formatos'.
Pues sí que las hay y la propia cadena las ha dejado escapar cada vez que han podido. Anna Simón empezó presentando concursos de llamadas de madrugada hasta convertirse en un referente de la televisión de entretenimiento. Pasó por todas las cadenas y me alegré cuando vi que Antena 3 tenía grandes planes para ella.
Unos planes que se limitaron a ser colaboradora de Zapeando y El Hormiguero, pero que le arrebataron cuando intentó buscar trabajos complementarios en la autonómica catalana. Lo peor de todo es que la sacaron por la puerta de atrás y ya nunca más se supo.
Ana Morgade ha tenido que salir a buscar lo que tanto merecía
De la factoría de Zapeandotambién ha salido Ana Morgade, una de las cómicas más talentosas de este país y que más gusta al público. Nuevamente Antena 3 no supo retenerla y ofrecerle un formato que estuviese a su altura. Ahora, Televisión Española le ha dado la oportunidad que no supieron crear en la privada.
Ayer estrenó Vamos a llevarnos bien, un nuevo formato semanal en horario de máxima audiencia y que empezó con unos resultados un tanto flojos. Pero que estoy convencido de que mejorando algunas secciones, definiendo mejor los colaboradores y con una campaña de publicidad más generosa, se puede mejorar.
La materia prima la tienen. Ana Morgade justifica cualquier formato y tiene una gracia natural y una espontaneidad que cuesta mucho de encontrar. En una época en la que parece que todo el mundo que tenga TikTok es capaz de hacer un programa de televisión.
En este programa, según tengo entendido, también va a colaborar Anna Simón. Los dos ejemplos que hoy os he puesto reunidos en un mismo formato. Rebotadas en una cadena dónde parece que no se trata a todos sus rostros con los mismos raseros.
Hace unos días comentábamos también el caso de Cristina Pedroche, muchas promesas y la misma técnica. Colaboradora de El Hormiguero y a su vez de Zapeando. Pero con propuestas de proyectos que se le escapan una y otra vez.
Ahora parece que con ella se hará justicia. Eso si, después de que Luján Argüelles, que la tenían como la primera opción, les saliera mal y acabara cayendo en Televisión Española. Creo que como espectadores debemos ser más críticos y exigir también la cuota de mujeres en programas que de forma permanente están protagonizados por hombres.