El trabajo de los reporteros de televisión es bastante ingrata vista desde la óptica de los espectadores. A pesar de que salen cada día en pantalla y que hacen quilómetros y quilómetros para poder explicar las noticias de la jornada, la gente en raras ocasiones los reconoce.
El éxito y la repercusión se la acostumbran a llevar los que se maquillan, salen en plató y seguramente, les doblan o triplican el sueldo al final de cada mes.
Por eso, en algunas ocasiones les dejan ejercer de colaboradores puntualmente para que hagan algo más de pantalla y que la gente los conozca. Todo esto lo digo para poder introducir el tema del despido de Marta Riesco y que ha hecho que esté todo el fin de semana pensando en ello. La joven empezó siendo una reportera de las muchas que ha tenido El Programa de Ana Rosa.
De ella he de decir que era una reportera muy correcta, trabajadora y entiendo que bien considerada por sus jefes. Pues eran muchos los minutos de pantalla que acumulaba e incluso, logró doblar su papel de reportera con la posición de colaboradora y que, por lo visto, fue su perdición.
Marta Riesco se enamoró de Antonio David Flores y parece que esta ilusión le nubló la visión hasta acabar con su propio trabajo.
Todo parece la trama de una película de Antena 3, el amor incondicional y la pasión hacen revolotear por completo la vida de Marta Riesco. Y ella misma se acaba cargando sus aspiraciones profesionales dentro de Telecinco. La reportera empezó en el papel de una reservada joven que solamente quería hacer su trabajo y no hablar de su vida privada.
Sin embargo, la pasión por querer defender y salvar a Antonio David Flores la llevaron a mancharse mucho más de lo que habría sido necesario. Por todos es recordado cuando afirmó tener un as bajo la manga que iba a acabar con el relato de Rocío Carrasco. Su programa, con Ana Rosa Quintana y Joaquín Prat al frente, dieron la cara por ella y se la creyeron.
A esperas, claro, que se sacara esa carta a relucir y que les permitiera a todos marcarse un tanto frente la productora de Sálvame. La misma que lideraba el documental de Rocío Carrasco y que contaba ya con el apoyo de una gran parte de la audiencia. Pues por sorpresa de todos, ese as bajo la manga jamás apareció y la productora de Marta Riesco tuvo que tomar cartas en el asunto.
La tuvieron que apartar como redactora sin hacer pantalla. Una buena salida que ella podría haber aprovechado para apartarse de esta escena tan tenebrosa, pero no. Marta Riesco siguió y utilizó las redes como armas arrolladoras tanto como le dio la gana.
Marta Riesco se lo ha puesto difícil hasta a los que confiaban en ella
Realmente no juzgo a Marta Riesco porque creo que, en ocasiones, nos tira más el corazón que la cabeza. Aunque esto nos lleve a perder cosas que queremos y que en ese momento no estamos valorando. Aun así, creo que la reportera ha puesto a prueba la paciencia y el aguante de muchas personas importantes y que la han intentado salvar hasta el final.
Cierto es que llegados al punto de que cuestiona la cadena y hace mala prensa de esta en sus redes. Además, coincidiendo todo con la llegada de una nueva directiva. Tiene todo el sentido del mundo que le hayan dicho adiós.
Ahora ella asegura que no hablará más, pero creo que esto tendría que haberlo decidido antes y separar su vida privada de sus relaciones laborales. No puedes odiar una cadena y a la vez, querer trabajar en ella. Espero que a partir de ahora le lluevan las ofertas y que pueda seguir demostrando lo buena profesional que es.
Nunca lo he dudado que es muy buena en lo suyo, pero creo se ha equivocado mezclando temas. Y ella misma se dará cuenta con el paso del tiempo. Creo que no podemos castigarnos por enamorarnos de quien nos enamoramos.
Pero sí que tenemos que ser conscientes de que nuestra guerra no puede ser la de nuestro trabajo. Todo ha caído en un momento de cambios y Telecinco ya no ha podido soportar un nuevo asalto de Marta Riesco.