En las últimas horas muchos medios han dado por hecho que la vuelta de Gran Hermano a Telecinco era inminente. De hecho, se ha dicho que la cadena ya está en fase de producción y que se encuentran a la caza de concursantes para empezar a preparar de lleno el programa.
Según se cuenta, el próximo mes se iniciaría la fase de producción para que la llegada del mítico programa apareciese en nuestros televisores en septiembre, coincidiendo con la nueva temporada. Un movimiento que no sería para nada descabellado, teniendo en cuenta que Telecinco siempre tiene en marcha un reality y que Supervivientes ya está acabando.
Si bien es cierto que el caso Carlota Prado ya se podría considerar cerrado, creo que la cadena aún es consciente de que el fantasma del pasado les persigue sin cesar. Es por ello, que están intentando aplicar toda la cautela posible para que la vuelta del programa no se les pueda girar en contra.
Las informaciones que me llegan es que efectivamente Mediaset está trabajando en la puesta en marcha de un reality muy parecido a Gran Hermano VIP. Personas mínimamente famosas conviviendo en una misma casa, con sus galas y debates semanales en horario de máxima audiencia.
Ahora bien, si es cierto que la mecánica sería exactamente igual que la de Gran Hermano, la cadena aún estaría debatiendo internamente si el nombre que tienen que usar es este. Por un lado, son conscientes de que esta marca ha sido la que más dinero y garantía de éxito les ha reportado en todos los años de historia de la cadena.
Pero, por otro lado, también saben que el nombre del programa está manchado y no tienen claro si sabrán aplacar las críticas y revertir la situación de inmediato. Sin embargo, considero que hacer un programa igual que Gran Hermano y cambiarle el nombre les deja en evidencia, pero les puede servir para salir del paso una vez más.
Una opción que sin duda están valorando, puesto que si se vuelve a utilizar de nuevo la marca Gran Hermano corren el riesgo de que la audiencia haga un sonado complot. Esto conllevaría a admitir uno de los primeros fracasos de la nueva era de la cadena y que les vendría muy mal.
Los realities cada vez serán menos realities
Teniendo en cuenta el famoso documento de prohibiciones y vetos que puede existir en Telecinco y que ha acabado con Sálvame. Todo me hace pensar que llegará un momento en el que los realities de la cadena sean todos de mentira. La gracia de estos programas es que los concursantes sean tal cual son en sus casas.
Este efecto no lo puedes tener si la productora sabe que hay unas líneas rojas que no se pueden cruzar y que van a comprometer constantemente al programa.
Telecinco tiene que elegir ahora que toca y que no toca en su cadena. A estas alturas ya se han cargado el buque insignia de Sálvame. Creo que tampoco les temblaría el pulso si en algún momento se cargaran alguno de los realities estrella de la cadena.
Eso sí, les será muy complicado intentar engañar a la audiencia. Pues el público de Gran Hermano conoce a la perfección la mecánica del concurso, las sintonías y las etapas. Incluso hasta el respirar de los concursantes y todos los presentadores.
Cualquier intento de cambio sobre la marcha será detectado y de nuevo, pondrá a la directiva de Mediaset sobre las cuerdas. De momento, el único movimiento que me ha gustado de la nueva etapa de la cadena ha sido el fichaje de Luján Argüelles. Aunque viendo como se las gastan, me da miedo de que acabe presentando un programa que para nada se parezca a la frescura y desparpajo al que nos tiene acostumbrado.
Sea como sea, la vuelta de Gran Hermano se hará visible o no muy pronto. Pues la cadena tiene que tener ya pensado el relevo de Supervivientes, en el caso claro, de que sigan apostando por los realities.