María Teresa Campos es, sin lugar a duda, una de las presentadoras más míticas de nuestra televisión. Además de contar con un estilo propio de hacer televisión, se le pueden atribuir varios logros que luego han sido imitados en multitud de programas. Cuando nadie lo hacía, ella puso de moda las tertulias sobre los programas de telerrealidad.
Ella también puso de moda las mesas políticas en los matinales. Un género que ya funciona como formato propio y que, a día de hoy, sigue llenando horas y horas de televisión. Pero el ocaso llega también para las más grandes y si no que se lo digan a María Teresa Campos.
La jubilaron cuando ella creía que aún tenía mucho por dar a la industria televisiva. La manera como se la quitó de encima Mediaset fue cruel. Le quitaron su programa y en lugar de rescindirle el contrato para poder trabajar en otras cadenas, la dejaron sentada en una silla esperando a que acabara su contrato.
Y ya cuando eso pasó, la falta de presencia en los medios la dejó fuera de juego. Llegando a crear su propio canal de YouTube, dónde intentaba reflotar su carrera. La misma que durante décadas estuvo cargada de éxitos, pero que ahora solamente bebía de lo que una vez fue.
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Ahora María Teresa está totalmente alejada de las cámaras y los espectadores se preocupan y se preguntan dónde está y por qué ya no se habla de ella. Su desaparición mediática no es casual y responde a una estrategia pactada entre sus propias hijas, Terelu Campos y Carmen Borrego, para protegerla.
Seguramente os preguntaréis, ¿protegerla de qué? Pues de las miradas y de la compasión a la que nos veríamos todos abocados si realmente supiésemos lo que está pasando con ella. Todo apunta a que la mítica presentadora no está pasando su mejor momento de salud y su imagen se ha visto altamente deteriorada.
Es por ello que sus hijas evitan por todos los medios que se le saquen fotos. Y no solo eso, también piden al resto de compañeros de Sálvameque sean benevolentes y que no hablen de ella. Esta prudencia y estas peticiones me hacen poner en lo peor y me imagino que a María Teresa Campos las cosas no le van bien.
Puedo entender la preocupación de sus hijas y que quieran lo mejor para ella, pero este ocultismo tan extremo genera que todo el mundo quiera saber más y que, incluso, veamos cosas dónde no las hay.
No volveremos a ver a María Teresa Campos presentar un programa de televisión
A día de hoy creo que aún no he asimilado que ya no volveremos a ver a María Teresa Campos presentando un programa de televisión. Pues la despedida que merecía y ese último formato con el que podía haber dicho adiós de forma bonita, nunca llegó y se lo privaron.
La productora de Sálvame le hizo creer que serían ellos los que la harían volver a la pequeña pantalla. Y le prometieron un gran futuro con La Campos móvil, un programa de entrevistas a bordo de un camión, pero que solamente tuvo una entrega y resultó ser un auténtico despropósito.
La luz de la periodista se ha ido apagando poco a poco. Y si aún quedaba alguna opción de que pudiese reaparecer como conductora de televisión, sus hijas sobreprotegiéndola la han dejado fuera de juego.
Si me preguntáis, a mí me gustaría un último programa suyo. Uno de entrevistas dónde hablase desde la experiencia, con su estilo propio y con el carácter que siempre la ha definido. A pesar de todo, creo que María Teresa Campos puede estar contenta.
Uno de sus deseos se está cumpliendo y este no es otro que su hija Terelu Campos haya recuperado su posición como presentadora de televisión. Si Telecinco sabe verlo, la mayor de las Campos puede ser una de las grandes apuestas que pueden tener en materia de corazón.