Hay un trabajo muy ingrato en el mundo de la televisión y que prácticamente nadie le hace caso. Me estoy refiriendo a los responsables de casting de los distintos formatos. De ellos depende el fichaje o la propuesta de personajes hacia Telecinco para poder componer el plantel de Supervivientes.
Estos profesionales se encargan de entrevistarse con los distintos personajes y sobre ellos recae la responsabilidad de que estos sean efectivos, funcionen bien y que no den problemas. Pues oye, antes lo digo, antes aparece la primera piedra en el zapato para Mediaset. No hace ni una semana que ha empezado la nueva edición de Supervivientes y ya tenemos sobre la mesa la primera renuncia de un concursante.
Patricia Donoso lleva desde el segundo día de concurso vaticinando que se quiere ir y que quiere volver a España. Solo han faltado un par de picadas y un rasguño superficial en la pierna para que tome la decisión de tirar al traste una de las oportunidades de su vida. Sus compañeros han sido bastante empáticos con su decisión, pues nadie entiende que se quiera ir cuando ni siquiera ha dado tiempo de que se adapten a las rutinas isleñas.
Cuando alguien se quiere ir se activa el conocido protocolo de abandono. La solicitud verbal de los concursantes hacia la dirección de Supervivientes de ser repatriada para España y dejando atrás las penurias y la aventura que te brinda Telecinco. Por mi cabeza pasan otros abandonos, pero estos apoyados por los compañeros de edición y que han apoyado al que abandona por dos motivos muy diferentes y los dos válidos.
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El primero de ellos, porque desarrollan una empatía y un cariño hacia el que se quiere ir. Y el segundo motivo, y aún más importante, que si se va uno de los aspirantes automáticamente subes un escalón hacia la victoria de esa edición en curso. Pierdes un compañero, pero a la vez, ganas una oportunidad más de poder ganar el programa.
Eso sí, el abandono pasa prácticamente al principio como ahora, la productora se reserva el comodín de hacer un fichaje de última hora y que entra a la competición de inmediato. Que tiene pinta que será lo que va a pasar, si tenemos en cuenta de que Patricia Donoso ha abandonado antes de que empiecen.
Para mí, el abandono a tantos pocos días del inicio demuestran un ramalazo de vanidad que no compro ni comparto. No me vendas que te vas porque no puedes, horas después de que hayas asegurado de que estar allí es el sueño de tu vida. Demuestras que estás de cachondeo y que eso, es un trabajo más y que abandonas porque te da la gana.
Telecinco no es nada amigo de la gente que abandona sus realitys
Aún recuerdo cuando las Azúcar Moreno quisieron abandonar Supervivientes a los pocos días de que empezase la edición. Ellas aseguraban que lo hacían porque no podían más, pero la realidad desde España no les acompañaba para nada. La vuelta voluntaria de las dos hermanas coincidía, casualmente, con unos conciertos que tenían cerrados previos a su concurso.
Fue tan evidente que se trataba todo de una jugada planeada por parte de las hermanas Salazar que Jorge Javier Vázquez les cantó las cuarenta. A la vuelta de las cantantes al plató de Supervivientes, el presentador les dejó claro que la productora y la cadena estaba muy enfadadas con las dos concursantes. Tanto fue así que el presentador les anunció que a partir de ese momento pasaban a ser personas no queridas en la cadena.
Además, les anunció también que pasaría mucho tiempo hasta que volviesen a aparecer por esos platós. Y ciertamente se cumplió por un tiempo. Ahora Patricia Donoso está llamada a ser la nueva repudiada.
Pues tener a alguien en un concurso como este cuesta mucho dinero como para que luego te deje tirado y abandone a los tres días. Patricia, muy mal, con esta decisión has sentenciado tu futuro prometedor en los platós de Mediaset.