Al equipo de Sálvame le cuesta muy poco hacer la cruz a alguien. Ya puede ser una persona que lleve años trabajando allí y que, además, les una un vínculo personal. Pero cuando ellos consideran que este alguien ha actuado mal y en contra del programa, ya ha bebido aceite y puede empezar a buscarse trabajo en otro lado.
No hace tantas semanas que Telecinco y Sálvame nos regalaron tardes de gloria después de que destaparan a Belén Rodríguez como el gran topo del programa y tachándola de mala amiga. Los pesos más pesados de Sálvamecomo Terelu Campos, Jorge Javier Vázquez o Kiko Hernández le hicieron la cruz y la evidenciaron públicamente.
NOVEDAD WHATSAPP: Pincha aquí para recibir GRATIS tus noticias favoritas del Corazón en WhatsApp
Terelu Campos la tachó de haber vendido a su familia, la misma que en principio un día fue la de Belén Rodríguez. Pues según se ha contado siempre, María Teresa Campos ha considerado siempre a Belén una hija más. Por su lado, Kiko Hernández destapó varios episodios con Belén Rodríguez en los que habría destapado informaciones muy sensibles.
Y por si fuese poco, Jorge Javier Vázquez, uno de sus mejores amigos, tampoco dio la cara por ella y se distanciaron rápidamente. El programa, que ya se encontraba con serios problemas de audiencia, no tardó demasiado en convertir a Belén Rodríguez en la mala malísima de sus tardes más televisivas.
Le plantaban guardias en la puerta de su casa, emitían partes del programa en directo desde el balcón de enfrente de su hogar y buscaban desesperadamente personajes que hablasen mal.
Seguramente os preguntaréis, ¿por qué Sálvamejugó en esta trama? Pues muy fácil. Cuando el programa se dio cuenta de que Belén Rodríguez no les respondía las llamadas y no quería ir para responder y seguir con el juego, se la cargaron y empezaron a verter más chapapote sobre su persona.
Un chapapote que la llevó a quedarse en casa a la espera de ser contratada por otros programas y que le permitiesen poder vivir sin tener que recurrir a Sálvame. Pues bien, parece que la turbulenta relación entre la colaboradora y el programa está a punto de dar un vuelco.
Ayer por la tarde, el programa se sacó un tema de la manga y durante unos minutos, no muchos, se preguntaron como estaba Belén Rodríguez y si había cambiado algo. Un tema que entró con calzador y que no se entendía, puesto que no había ningún cambio ni noticia que afectara a la colaboradora.
Cuando acabó el video, me di cuenta de la jugada. Lo verdaderamente jugoso fueron los comentarios de Kiko Hernández y Jorge Javier Vázquez cuando les preguntaron por la relación que tenían con la colaboradora.
Una bajada de hachas en toda regla
Los dos dijeron que no habían vuelto a saber de ella, pero admitieron que no le guardaban ningún rencor y que le deseaban todo lo mejor. Además, admitieron los dos que habían pasado buenos momentos a su lado durante mucho tiempo. Por su lado, el resto de colaboradores también tenían un tono muy conciliador al referirse a ella.
Nada quedaba ya de esas tardes en la que la llamaban lianta, falsa, traidora y mala amiga. Por arte de magia, estos ataques forman parte de la historia.
Me alegraría saber que este cambio de guion se debe a que las personas maduramos y aprendemos a ver las cosas con distancia y sosiego. Pero me huelo que en este caso lo que pasa es muy distinto. La colaboradora lleva meses sin trabajar y el programa necesita nuevas tramas.
Todo parece que la puesta en escena de ayer se debe a una preparación del terreno para que en cualquier momento aparezca la colaboradora. O si no, que esté la puerta abierta para que si quiere se lance a la piscina. Esta vuelta lógicamente no sería por la puerta pequeña y llevaría implícita volver a abrir las heridas del pasado.
Sálvamevive de las vidas personales de sus colaboradores y esto nos fascina. Belén Rodríguez es la maléfica que Sálvamenecesita y que los espectadores también queremos ver. Para mí, la vuelta de la colaboradora puede ser un gran sí, en medio de tantos colaboradores irrelevantes y que repiten tarde tras tarde.