Concha Velasco posiblemente nunca olvidará las últimas navidades. Los problemas de salud que lleva arrastrando desde hace unos meses la obligaron a pasar las fiestas en un hospital. Después de un par de semanas, su familia desvela lo que ocurrió esos días.
Fueron momentos de mucha angustia para el entorno de la artista. Como es lógico, a esta edad los achaques se repiten con demasiada frecuencia. Pero la casualidad hizo que tuviera que ser ingresada en unas fechas muy especiales para ellos.
Concha siempre ha confesado ser una persona muy familiar, pendiente de sus hijos en todo momento. También consiguió ganarse el cariño de todos los compañeros de profesión, que permanecen muy pendientes de su evolución. Es habitual que muchos de ellos se acerquen con regularidad a la residencia en la que vive desde hace unos meses.
Recientemente, algunos como José Sacristán o Susana Uribarri la visitaban en el centro de Las Rozas. Confesaban que estaba un poco "flojita", pero se encontraba perfectamente de salud y con mucho ánimo. Resulta complicado verla con mala cara, admiten.
Sin embargo, todos ellos se llevaron un buen susto para acabar el año. Antes de navidades tuvo que ser ingresada en un centro sanitario. Su hijo Manuel aprovechó la ocasión para transmitir un mensaje de optimismo a todas las personas que permanecían muy pendientes de ella.
Desveló que en cuestión de unos días regresaría a la residencia. Eso sí, precisaba de mucha tranquilidad, de ahí que solicitara que no la llamaran por teléfono. Le costaba mucho mantener una conversación porque se fatigaba con demasiada facilidad.
Para cualquier asunto, él se encargaría de mantenerles informados. Manuel ha sido siempre muy discreto, aunque nunca ha tenido reparo en desvelar la verdadera situación de su madre.
Concha Velasco tuvo unas fiestas un tanto atípicas. Después de su paso por el hospital los médicos le acabaron dando el alta el 31 de diciembre. Todo hacía indicar que tendría que despedir el año ingresada, pero por suerte no fue así.
Pudo reunirse con los suyos para tomar las uvas. Muchos de sus familiares se desplazaron ese día hasta la residencia en la que permanece interna para darle una sorpresa. Después de que hayan transcurrido un par de semanas desde aquello, su sobrina Manuela ha desvelado detalles de lo ocurrido.
Explicó que "hay veces que tienen que llevarla al hospital para hacerle pruebas como a todo el mundo". En su caso, pudo estar con su tía en Nochevieja. "Le pusimos el árbol de Navidad en la habitación y estaba animadísima", dijo.
De hecho "se quiso maquillar, se pintó, se hizo su photocall", confesó la actriz. Se encontraba muy contenta y con ganas de pasarlo en grande con los suyos.
Concha Velasco se siente muy arropada
Concha Velasco permanece muy tranquila en el centro en el que está interna. Eso sí, le encantan las visitas y estar acompañada a todas horas. Le ayudan a estar mucho más entretenida y las horas allí se le pasan más rápido.
Manuela contó que tras recibir el alta del hospital fueron a verla "muchas compañeras de profesión y grandes amigas mías". Aclaraba que todo eso "le ha dado mucha vida".
Se nota que durante los 60 años de carrera ha conseguido ganarse el reconocimiento del público, pero también la admiración de sus colegas de profesión. Todos permanecen muy atentos a su estado de salud. Su familia siempre ha agradecido las muestras de cariño que les han llegado.
Concha Velasco se siente con muchas fuerzas, aunque su estado sea un tanto débil. La gente que la quiere se encarga de transmitirle toda esa energía que necesita para seguir adelante.
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