Bernardo Pantoja nos ha dejado tras una larga lucha contra la enfermedad, y es que no ha podido superar las complicaciones derivadas de su diabetes.
De hecho, en el año 2017 hacía frente a uno de sus peores momentos, cuando debían amputarle una de sus extremidades. Concretamente, el pie derecho.
Y, desde entonces, parece que el padre de Anabel Pantoja se ha visto incapaz de remontar, sufriendo períodos de grandes altibajos.
Hace apenas un mes, volvía a ser intervenido en el Hospital Virgen del Rocío de Sevilla y se informaba de que su estado era bastante delicado.
Lamentablemente, Bernardo no ha sido capaz de hacer frente a este último bache en su salud y su desenlace ha sido el que todos temían.
En sus últimas horas, el hermano de Isabel Pantoja ha estado rodeado de sus familiares y seres queridos.
Según informaban, "su estado de salud había empeorado hasta el punto que quienes están día y noche a su lado decidían avisar a Anabel Pantoja porque podrían ser los últimos momentos de padre e hija juntos".
Sin embargo, los roces familiares tampoco han faltado ni siquiera en estos momento tan duros, y es que por lo visto Junco, pareja de Bernardo, ha tenido que soportar terribles desprecios.
"La brecha familiar es cada vez más grande. Junco ha tenido problemas para entrar en esa habitación", explicaban al respecto. "Ha sido la propia Isabel Pantoja la que la ha invitado a salir".
Ahora, muchas de las preguntas lanzadas acerca del fallecimiento del padre de Anabel Pantoja tienen que ver con su enfermedad. ¿Cómo ha podido empeorar tan rápido?
Bernardo sufría diabetes de tipo 1, cuyos síntomas aparecen de manera brusca y tiene su origen en una disfunción del sistema inmunitario.
La complicada lucha contra la enfermedad de Bernardo Pantoja
"Las células productoras de insulina del páncreas se destruyen por la respuesta inmunitaria del propio cuerpo. El organismo no es capaz de producir la insulina que las células necesitan urgentemente", apuntan sobre la gravedad de su condición.
Justo por eso, el paciente debe someterse a un tratamiento de insulinoterapia, una reposición hormonal que deberá recibir durante toda la vida.
En el caso de Bernardo, eso le llevaba a ingresar en el hospital en numerosas ocasiones e incluso someterse a dolorosas intervenciones. La última de ellas, según explican, afectaba a su otra pierna.
"Se ha complicado todo. Ha habido una nueva dolencia que no podemos decir, ya sabéis que no se pueden revelar datos clínicos".
"Se creía que todo podía mejorar y darle el alta, pero ha tenido que seguir ingresado", se daba a conocer en mayo.
"Estuvo en situación muy extrema y remontó. Así que todo es muy complicado", advertían ya por aquel entonces.
Mientras tanto, su hija Anabel recibía muchas críticas por no acompañarle en esos momentos tan delicados, prefiriendo irse de vacaciones.
"Yo estoy ahí económicamente, hay mucha gente con él. ¡Que vende mucho decir que está solo en un hospital y que la hija está en un yate! ¡Estoy harta! ¡Estoy al tanto de todo!", explotaba furiosa. Y es que padre e hija siempre han estado muy unidos.
Bernardo nunca ha estado solo, ya que ha podido contar con el apoyo y el cariño de su mujer, Junco. Y también con la ayuda de un cuidador que había contratado su hija.
El miedo de que pudiese pasarle algo era tal, que Anabel dejaba instrucciones exactas durante su paso por Supervivientes para que le informasen sobre cualquier novedad en su estado.
Es más, prometía dedicarle el premio si ganaba y aseguraba que si se iba a Honduras era para poder proporcionarle a su padre todo lo que necesitase económicamente.