A partir de enero de 2025, las pensiones en España experimentarán importantes cambios, según ha confirmado la Seguridad Social. Este ajuste viene marcado por la actualización anual basada en el Índice de Precios de Consumo (IPC), que para este año será del 2,8%. Esta subida busca proteger el poder adquisitivo de los pensionistas frente a la inflación, lo que supone un incremento considerable para millones de beneficiarios.
La Seguridad Social confirma la subida de las pensiones en 2025
La pensión media de jubilación subirá de 1.448,77 a 1.489,33 euros al mes, con un aumento de 40,56 euros. Este cambio supone un aumento anual de más de 560 euros, una mejora notable que beneficiará directamente a los jubilados.
Además, las pensiones mínimas y no contributivas tendrán una subida superior a la del IPC. Esto sigue las reformas del Ministerio de Inclusión y refuerza el apoyo a las personas con menos recursos.
Por otro lado, las pensiones de incapacidad permanente también se ajustarán. Actualmente, la media es de 1.165,60 euros, y a partir de enero alcanzará los 1.198,24 euros mensuales, con un incremento de 32,64 euros al mes. Esto representa un aumento anual de casi 460 euros, un alivio económico significativo para quienes reciben este tipo de prestación debido a su situación laboral y de salud.
La pensión de viudedad no se queda atrás. Este colectivo verá cómo su prestación media de 898,82 euros mensuales aumenta en 25,16 euros, situándose en 923,98 euros. Este cambio supone un incremento anual de más de 350 euros, lo que representa un apoyo adicional para muchas personas que dependen de esta pensión como principal fuente de ingresos.
Las pensiones no contributivas, destinadas a quienes no han alcanzado los requisitos de cotización necesarios, tendrán un aumento más notable. Se espera que pasen de los actuales 542,85 euros al mes a un importe anual que sumará aproximadamente 350 euros más. Este tipo de pensiones continuará experimentando subidas progresivas durante los próximos años, consolidando una mejora sostenida en los ingresos de los beneficiarios.
Estos cambios reflejan el compromiso de la Seguridad Social con la mejora de la calidad de vida de los pensionistas y la sostenibilidad del sistema. Aunque las pensiones máximas también subirán, el objetivo general es garantizar que todos los pensionistas mantengan su poder adquisitivo en un contexto de inflación creciente. Esta subida se aplicará automáticamente en enero, sin que los beneficiarios deban realizar trámites adicionales, lo que simplifica el proceso y asegura que la medida llegue a todos los afectados.