Las palabras de Rosa López en su reciente entrevista con Jordi Évole siguen generando polémica. La extriunfita se abría como nunca antes y confesaba lo mal que lo había pasado durante la primera edición de OT.
"A mí me preguntan a qué estaba dispuesta para entrar al programa. Dije que a perder peso porque pensé que era lo que yo quería y pensé que era lo que querían escuchar", recordaba acerca de los castings que la lanzaron a la fama.
"Si fuera más delgadita, con los dientes derechos, sin gafas y hablando mejor...", se lamentaba. Y es que tal fue la presión que sentía, que llegó a pensar incluso que había ganado por pena.
"¿Gané por pena? Vamos a votarla, venga que tiene que ganar, pobrecita porque ¿cómo va a ser que yo vaya a ganar el programa?", se preguntaba.
"Me hubiera gustado sentir más empatía, todo el mundo quería llevarse tajada de mí, pero nadie empatizaba conmigo".
Unas palabras ante las que algunos compañeros como Manu Tenorio no dudaban en responder de manera algo fría.
"A mí me pilló con otra edad, y al final cada uno cuenta la película según le ha ido. A mí, personalmente, me fue muy bien, y no puedo negarlo", comentaba el artista.
"Tampoco puedes pretender ganar un concurso y que a partir de ahí ya tengas un carné vitalicio de cantante y de artista", sentenciaba.
Mientras que otros como Carlos Lozano, que fue el presentador del formato, respondía con algo más de empatía.
"A Rosa la respeto y la quiero, es mi niña. Son mis niños. Lo que digan será porque lo han sentido", decía al respecto.
Rosa López deja en shock a España con sus mentiras
"Pero yo no lo viví así", explicaba a su vez. "Era un ritmo trepidante. Esto fue un fenómeno social donde teníamos un 60% de audiencia y de 18 a 20 millones de espectadores todas las semanas, y ni ellos ni nadie asimilamos ese éxito".
Rosa López, en el centro de la polémica
Justo por eso, "hubo personas que no superaron ese ritmo, era trepidante. Yo hacía 10 galas a la semana y a veces me pedían más. Yo mismo estaba agotado", reconocía Lozano.
Aunque dejaba claro que en todo momento los concursantes "estaban protegidos por psicólogos". Mientras que Kiko Matamoros se atrevía a señalar directamente como responsable de los problemas de Rosa a su padre.
"Era un problema de un padre dominante, muy controlador, que quería controlar la carrera de su hija, y que no tenía ni puta idea del negocio", apuntaba.
"Doy fe de lo que dice", coincidía Carlos. "Los padres muchas veces perjudicaban mucho a los chavales".
"En este negocio tienes que ser muy duro y tienes que sufrir, pero si tienes a un papá o una mamá que te está arropando no te dejan volar", opinaba.
Además, el presentador aseguraba que en el caso de Rosa también "se equivocaron con el productor". Al parecer, todos esperaban que "fuera una cantante de góspel y no que terminara con unas mallas y purpurina".
Por otro lado, confirmaba que la artista "lloraba mucho en el programa". Y es que ella ya era una joven muy sensible de por sí.
Hace poco, Rosa celebraba el aniversario del lanzamiento de su primer disco, por lo que quiso agradecer a todos aquellos fans y familiares que han estado a su lado en todo momento.
"Leo esas palabras de agradecimiento y me reitero en ellas: Sin mi familia, mi Granada, mis compañeros, mis profesores y todos los mencionados, no hubiese sido posible romper tantos récords como se rompieron con ese disco".
"Han sido muchos años en los que esas maravillosas canciones que lo componen me han ido acompañando y lo seguirán haciendo", aseguraba en una emotiva publicación en redes sociales.
"Guardo muchos recuerdos con amor y cariño de ese primer año que compartimos: Giras, firmas y entrevistas por todos los rincones. Por otros 20 años juntos. Gracias a todos siempre por tanto".