Carmen Bazán ha sido una de las mujeres de las que más se ha hablado en este país dentro de la prensa rosa. Había mucho interés por saber todo de ella, como madre de Jesulín, como esposa de Humberto Janeiro e incluso como abuela de Andrea Janeiro.
Carmen Bazán hace meses que está 'desaparecida' de los medios. Pero sigue generando curiosidad su situación actual, al igual que siguen dando de lo que hablar las declaraciones que ella realizó tiempo atrás. En este caso, unas de las que más sorprendieron fueron las que llevó a cabo para confesar sin tapujos cuánto ganaba y el porqué necesitaba respaldo para vivir.
¿No te acuerdas de esas afirmaciones tan 'jugosas'? No te preocupes, te las desvelamos a continuación.
Carmen Bazán admitió lo que ganaba mensualmente
Carmen Bazán ha concedido distintas entrevistas y exclusivas a lo largo de su vida, como la que otorgó hablando de su separación de Humberto. Un divorcio que se produjo tras 40 años juntos y cuatro hijos en común. Y el mismo le trajo consigo una complicada situación económica, que no dudó en desvelar en 2017 en la revista Lecturas.
La madre de Víctor Janeiro reconoció que estaba atravesando un difícil momento a nivel financiero por culpa de su exmarido. Lo afirmó al manifestar que “el juez dijo que Humberto me tenía que dar 1.000 € al mes, pero no me los daba. Entonces, para que no lo metieran en la cárcel, firmé para renunciar a todo, no quería hacer daño a mis hijos”.
Por esta razón, Carmen relató que no había tenido manutención por parte del padre de sus vástagos. Su manera de subsistir en ese momento era con la pensión de 487 € mensuales que recibía como jubilada.
Bazán así dejó patente que con esa escueta cantidad de dinero se encontraba viviendo y pagando la casa en la que residía en ese instante. Casa de dos plantas que, como admitió, “no me la ha regalado nadie. La estoy pagando con una hipoteca”.
Pero las cuentas no le cuadraban y admitía sin tapujos que estaba necesitando ayuda puntual de sus hijos. Buena muestra de ello era que, por ejemplo, su primogénito vivía en la planta superior de la vivienda. Y también que su hija era quien le había dado muebles de su chalet para que pudiera decorar su hogar.
Casa esa a la que la gaditana se marchó a vivir después de que dejara de residir en el que había sido su hogar durante años: la finca Ambiciones, de Jesulín. Su marcha de este lugar generó mucho revuelo mediático, porque ella contó que, tras una trifulca, su hijo y su nuera la habían echado, algo que Campanario desmintió por completo.
Tiempo después, quizás cuando las aguas se calmaron, Bazán aprovechó para zanjar la cuestión en esta misma exclusiva para Lecturas. Expuso que “tuve una discusión con él y, como no me sentía cómoda allí, me fui, pero nunca me echó”.
Carmen Bazán vio empeorar su situación
Carmen Bazán, sin embargo, en 2021 acabó perdiendo la vivienda en la que había iniciado su nueva vida y todo por impago. Así relató el diario La Razón en aquel momento que el culpable de lo sucedido era su hijo mayor. Al parecer, “el banco tenía que abonarle 8.000 € por una deuda contraída con varios de sus clientes”.
“Como el ingreso no llegaba, él le dijo que dejara de pagar la hipoteca y la entidad bancaria, ante las cuotas impagadas, consiguió que a ella le embargaran la casa. Irónicamente, el hijo sí conserva su parte de la vivienda, mientras que a ella se la han quitado”.
Desde entonces, con una pensión mínima y sin hogar, se ha mantenido con ayuda de sus vástagos. De ahí que ha pasado temporadas viviendo con su hija e incluso nuevamente en Ambiciones.