Hace meses que Diego Arrabal desaparecía de nuestras pantallas sin dar ninguna explicación. El paparazzi llevaba tiempo colaborando en Viva la vida junto a Emma García y su despido nos pillaba por sorpresa.
Sin embargo, Arrabal sigue muy presente en su canal de YouTube, donde se despacha a gusto contra Telecinco y los que fuesen sus compañeros.
Además, el despido del paparazzi coincidía con el fichaje de otro rostro muy mediático como el de Mariló Montero.
Y es que Arrabal tacha de una gran casualidad que esas dos situaciones se den a la vez, teniendo en cuenta que él junto a Gustavo González están implicados en una trama de espionaje contra Montero.
De hecho, una de las condiciones que habría impuesto Mariló para volver a la televisión sería el despido inmediato de ambos.
Recordemos que ambos fotógrafos ya fueron condenados a indemnizar a la presentadora con 265.000 euros por vulnerar su derecho a la intimidad y al honor.
De hecho, Montero sigue decidida a hacer justicia y abrirá un nuevo frente penal contra ellos.
Por el momento, Diego sabe que ya no es bienvenido en la cadena de Fuencarral y se lamentaba por las consecuencias que eso acarreaba a su vida.
"Esta vez no quieren que esté. Yo respeto como profesional que soy las decisiones de los directivos de la cadena, aunque no las comparta", apuntaba.
E incluso habrían culpado a su canal de YouTube de esa decisión. "La versión oficial que les molestan mis comentarios en mi canal de YouTube. Tendré que creerla", manifestaba.
Aunque lo que más le ha dolido al paparazzi es el tiempo que llevaba trabajando para ellos y tener que despedirse de grandes amigos.
Diego Arrabal ha hablado sin tapujos sobre su despido
"Llevaba cinco años en el programa, dejé allí muy buenos amigos. De hecho, muchos me han llamado constantemente para darme ánimos, pero contra las decisiones que vienen desde arriba no se puede hacer nada", sentenciaba.
Lo único que le queda a Arrabal es resignarse, además de pensar en el dolor que afronta su familia tras el despido.
No cabe duda de que aparecer en un programa de máxima audiencia le generaba unos buenos ingresos a los que le ha tocado renunciar.
Ahora, al paparazzi le queda centrarse en su canal de YouTube, donde se dedica a comentar las últimas novedades en el mundo del corazón. Algo que compagina con la profesión de fotógrafo, dedicándose a trabajar para varias agencias.
"Enhorabuena por haber jodido a mi familia y a un padre, por dejarme sin trabajo por el único hecho de ser crítico, porque yo también tengo opinión como todos", le reprochaba a sus jefes.
"Me han echado claramente a la calle. Hay que vivir y sacar a mi familia adelante. Nos alimentamos de algo", se lamentaba.
Diego piensa que si se hubiese quedado callado, sin verse envuelto en tantas polémicas y sin mojarse, todo le habría ido mejor.
"Yo podía llegar, sentarme y callarme, pero no soy así. Me habré equivocado en eso. A lo mejor, si el viento giraba a la derecha, tendría que haber girado a la derecha, normal", proseguía más que molesto.
Además, no había recibido ningún toque de atención por parte de sus jefes, por lo que el despido le dejaba completamente de piedra.
Eso sí, tras su marcha, el paparazzi también se molestaba en pedir perdón a todos aquellos compañeros, colaboradores, directores, productores o invitados del programa que alguna vez pudiesen sentirse mal por sus preguntas o maneras.