Enrique Ponce ya da por rota la relación y por lo tanto no habrá boda. Todos los medios ya daban por hecho que esa historia de amor iba muy en serio, pero se acaba de comprobar que no era así. Había muchas diferencias entre ellos que han sido insalvables.
Durante los últimos meses se ha especulado mucho con la relación entre Paloma Cuevas y Luis Miguel. Aunque trataban de venderlo como una simple amistad, todo hacía indicar que entre ellos había algo más. La situación llegó a resultar un tanto confusa incluso para las personas de su entorno.
Ponce nunca supo muy bien que había ocurrido entre su ex y el mexicano. Se especuló con que llevaran ya un tiempo conociéndose y que incluso fueran a pasar por el altar. Pero ninguno de los protagonistas lo confirmó, pero tampoco lo desmintió.
Pasado el tiempo, el cantante ha regresado a Miami, donde se le ha visto muy bien acompañado por otra mujer que no sería Paloma. Aparecía en actitud muy cariñosa junto a su anterior pareja, Mollie Gould.
El periodista argentino Javier Cerani se ha encargado de desvelar los planes del artista. En su opinión, "lo que mal empieza, mal acaba".
Habría abandonado Madrid para volver a su casa de Estados Unidos para "iniciar una relación con Mollie Gould. O mejor dicho, para retomar su relación con ella". Ya habían estado juntos en 2021 y todo hace pensar que se estarían dando una segunda oportunidad.
Al parecer, la historia entre la diseñadora y el cantante solo habría sido un amor de verano. "Quería pasar el verano en España, se fue cuatro meses y ahora que ya pasó, regresó a Miami para no volver", señala.
Enrique Ponce era muy amigo de Luis Miguel y era habitual que se hospedaran en su casa cada vez que viajaban a América. Incluso el diestro tenía en mente grabar unos temas con él, en un intento por probar fortuna en la industria musical. Pero una vez que rompió con su mujer, se acabaría esfumando aquel deseo.
Cuando el diestro empieza su idilio con Ana Soria parece que al mexicano se le abren las puertas del corazón de Paloma. Él también venía de ponerle el punto y final a una relación y los dos se encontraban solteros. Además, ya se conocían desde hace tiempo.
Eran amigos desde hace diez años, pero los rumores sobre un posible acercamiento entre ellos empezaron a cobrar fuerza a partir de la primavera pasada. Los medios señalaban que eran habituales los encuentros entre ellos, sobre todo con los continuos viajes que realizaba la diseñadora por motivos de trabajo. Después de varias citas, el cantante se trasladó una época a Madrid, donde trataron de consolidar su historia.
Enrique Ponce fue el primer sorprendido
Enrique Ponce se sintió un tanto decepcionado con su amigo. Nunca pensó que se pudiera arrimar a la que había sido su esposa. Pero lo peor de todo es que se llegó a especular con la posibilidad de que contrajeran matrimonio.
El círculo más próximo de la diseñadora se lo tomaba a broma. Su padre aseguraba que se trataba de "un gran muchacho, una gran persona, un caballero. Es un grandioso artista, ahí está la prueba de miles de canciones", explicaba.
Añadió que "no me disgustaría que se casaran, pero quien tiene que decidirlo es ella". De alguna manera, abría las puertas a una posible boda. Pero por lo visto en los últimos días, dicho enlace no se llevará a cabo.
Enrique Ponce respira más tranquilo tras conocer que el artista habría intentado retomar su idilio con Mollie Gould. Él, mientras tanto, sigue encantado de la vida al lado de su chica.