Fabiola Martínez y Bertín Osborne comparten algo más que un pasado en común: la lucha incansable por el bienestar de su hijo Kike, quien nació con parálisis cerebral. Aunque su matrimonio terminó hace años, su vínculo como padres sigue siendo fuerte y está marcado por la dedicación hacia el adolescente. Kike ha sido el eje de sus vidas y la inspiración para emprender proyectos que buscan mejorar las oportunidades para personas con discapacidad.
Recientemente, la expareja se dejó ver en público durante la segunda edición de los Premios Dona2. En este evento benéfico, Fabiola aprovechó la ocasión para sincerarse con los medios sobre un tema que le preocupa profundamente: el futuro de Kike cuando cumpla la mayoría de edad. “Cuando cumpla los 18 acaba el colegio y mi sueño sería crear un centro para él”, confesó.
Fabiola Martínez confiesa que le gustaría crear un centro para el hijo que tiene junto a Bertín Osborne
Durante un evento solidario, Fabiola Martínez no dudó en abrirse ante los medios para hablar de un asunto que la inquieta profundamente. Y el tema no es otro que el futuro de su hijo Kike al llegar a los 18 años. “Mi sueño sería crear un centro para él”, declaró.
El sueño de Fabiola Martínez de crear un centro especializado para Kike también involucra directamente a Bertín Osborne. Ya que él comparte con ella la responsabilidad y el amor por su hijo. Kike, fruto de su matrimonio, ha sido siempre una prioridad para ambos.
Fabiola Martínez explicó que los jóvenes con necesidades especiales enfrentan una realidad complicada al alcanzar los 18 años. El cierre de muchos colegios de educación especial por falta de presupuesto ha reducido significativamente las opciones.
“Ahora no hay muchas alternativas. Centro de día y poco más”, lamentó. Esta situación preocupa especialmente a la venezolana, quien siente la responsabilidad de garantizar que su hijo continúe desarrollándose en un entorno adecuado.
La falta de opciones no es solo un problema para Kike, sino para muchas otras familias en situaciones similares. Fabiola destacó que algunas se ven obligadas a recurrir a residencias o asumir el cuidado de sus hijos en casa sin el apoyo necesario. Ante este panorama, su objetivo es claro: la creación de un centro especializado que ofrezca oportunidades reales para jóvenes con discapacidad.
“En eso es en lo que tengo el ojo puesto”, reconoció Fabiola, refiriéndose a su ilusión de construir un espacio donde Kike y otros jóvenes puedan seguir creciendo y aprendiendo. Este proyecto también está alineado con la misión de la fundación que ella y Bertín crearon en 2009, ahora renombrada en honor a su hijo. La entidad busca dar visibilidad a las necesidades de las personas con discapacidad y apoyar a las familias que enfrentan desafíos similares.
Fabiola describe este momento como “el cierre de un círculo” y el inicio de “una nueva era” para Kike, quien está a punto de enfrentarse a nuevos retos. En enero, el joven comenzará a asistir a un centro de día, una etapa que marcará un importante cambio en su vida.
Según su madre, Kike no solo busca autonomía, sino también participar activamente en el mundo que lo rodea. “Quiere participar, quiere estar en el mundo, quiere compartir”, expresó orgullosa.
“Es enorme, como yo de alto, superfuerte, sanote y maravilloso”, afirmó Bertín Osborne en alguna ocasión. El proyecto de Fabiola no solo busca garantizar un futuro mejor para Kike, sino también brindar soluciones para muchas otras familias que comparten esta lucha. Y este deseo, sin duda, también afecta directamente a Bertín Osborne como padre del adolescente.