Concha Velasco atraviesa por un momento bastante delicado. Su estado de salud no es el mejor y en su entorno ya se empiezan a poner en lo peor. Durante el último año ha experimentado un ligero empeoramiento de sus dolencias.
Concha decidió en su momento abandonar su casa de Madrid para instalarse en un centro de mayores en la capital. Pero más tarde, por algún motivo que se desconoce, decidió mudarse a otra residencia situada a las afueras. En Orpea Punta Galera dispone de zonas verdes y de un completo servicio médico adaptado a sus necesidades.
Concha Velasco está a punto de cumplir 83 años y hasta hace bien poco se la veía saliendo a la calle. Eran frecuentes sus visitas al teatro, casi siempre acompañada por su hijo Manuel. Sin embargo, desde antes del verano ha desaparecido por completo y no ha vuelto a asistir a ningún espectáculo.
Eso hizo saltar todas las alarmas, sobre todo entre los amigos y la gente que la quiere. Su salud "no pasa por un buen momento", señalan a Informalia personas próximas al entorno de Concha Velasco. De hecho, hace unos días se llevaron un buen susto.
"Ahora se encuentra mucho mejor porque reaccionaron a tiempo. Y pudieron coordinar con sus médicos del hospital Puerta de Hierro todo lo vinculado con sus dolencias", señaló Saúl Ortiz.
Fue su propio hijo el que quiso aclarar su estado real en unas declaraciones a una revista. "Está todo bien, todo controlado". En la misma línea se pronunció Carmen Borrego en Sálvame, asegurando que "está mucho mejor" tras ese percance y que sus allegados permanecen tranquilos.
Concha Velasco recibe con bastante frecuencia la visita de sus amigos. Uno de los últimos que fue a verla fue el director Pedro Olea, con el que hizo varias películas en la década de los 70. Entre ellas Pim, pam, pum, fuego o Tormento.
Los amigos de siempre no consiguen olvidarse de ella, una mujer entrañable que hizo todo lo posible por ganarse el cariño de la gente. La definen como una persona muy inteligente y con sentido del humor. Su sobrina Manuela, que siguió sus pasos, también hablaba hace unas semanas sobre su situación.
La veía muy a gusto en su nueva residencia, aunque admitía que le encantaría tener aún más visitas de las que recibe. Le gusta mucho verse rodeada de gente.
Aunque Concha Velasco se encuentra de maravilla en el centro de Las Rozas, que cuenta con muchos jardines, echa de menos algo. En concreto su casa y todo lo que le había acompañado durante todos estos años. La nostalgia, como es lógico, también se apodera de la artista en ciertos momentos.
Concha Velasco está muy cómoda
Concha Velasco tenía claro que si abandonaba su domicilio sería para acudir a una residencia en donde pudiera estar bien atendida. Que fueran capaces de ofrecerle todo lo que necesitara en cada instante. Desde hace tiempo venía sufriendo algunos problemas de movilidad, por lo que precisaba del cuidado de profesionales.
Eso era algo que le preocupaba mucho a su hijo Manuel, que siempre permanece muy pendiente de ella. Concha Velasco se encuentra en un centro por el que pagan 2.500 euros al mes. Una cifra superior a lo que asumían con anterioridad en el otro en el que se hospedó en el centro.
Al parecer, según informa dicho portal, la artista no afrontaría ella sola esa cantidad. Únicamente correría con una parte, en concreto con 1.800 euros. El resto lo pagaría la AISGE, Artistas Intérpretes, Entidad de Gestión de Derechos de Propiedad Intelectual.
Concha Velasco tiene claro que en esta etapa debe estar en las mejores manos. Por eso no lo dudó y escogió un lugar en el que pudieran darle una mejor vida