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Ginés Corregüela llorando en el plató de 'Supervivientes'

Ginés Corregüela se hunde al recibir una noticia que enfadará a Yaiza Martín

Ginés ha empezado a llorar y ha salido del plató

Ginés Corregüela fue expulsado de Supervivientes hace una semana. El concursante, a pesar de las críticas y la oposición de sus hijas, ha mostrado estar enamorado de Yaiza Martín. Sin embargo, ayer, en la gala del programa, Corregüela se vino abajo ante toda la audiencia, una conversación fue el detonante.

El pasado martes Ginés pisaba por primera vez, desde que comenzara su participación en el reality, el plató de Telecinco. Una de sus hijas, quien le defendía durante el concurso, Míriam, había decidido no estar presente para recibir a su padre. La joven manifestó sentirse decepcionada y resignada con la actitud del superviviente y prefirió dar un paso atrás.

Ginés Corregüela abrazando a sus padres en 'Supervivientes'
Ginés regresó de Honduras el pasado martes y pudo abrazarse a sus padres | Mediaset

En estos días padre e hija no se habían visto y ni siquiera habían hablado por teléfono. Una circunstancia que ayer, durante la emisión de Supervivientes, cambió. Míriam entró por teléfono en directo y reprochó a su padre algunas cosas como por ejemplo que no la hubiera llamado.

Corregüela se rompió al escuchar la lluvia de reproches y abandonó el paltó.

Ginés y su hija Míriam se enfrentan y él acaba llorando

Ginés justificaba su actitud diciendo que su hija había dicho varias veces que ella no cogería en caso de que él le llamara. A lo que Míriam contestaba: "el problema es que te has centrado más en una red social que en si te lo voy a coger. He estado esperando dos días a que llamases y has llamado a todo el mundo”.

Además, ha añadido "le dijiste a mi hermana que ojalá hubiese ido ella al plató y no yo, parece que tienes solo una hija”. Frases que demuestran lo decepcionada que se encuentra Míriam ante la actitud de su padre. Ella ha dejado claro que por el momento no tiene las puertas abiertas para él porque no se siente bien y necesita tiempo para tranquilizarse.

Montaje de Ginés Corregüela junto a su hija, Míriam Corregüela
Ginés y su hija han mantenido una tensa conversación telefónica | España Diario

Ginés Corregüela al escuchar a su hija ha tendido su mano: "Cuando quieras me llamas y hablamos. Cuando estés tranquila y quieras, yo de golpe estoy allí y hablamos relajados. Tú me explicas y yo te explico", le proponía.

La respuesta de Míriam ha sido de nuevo reprocharle que no le llamara tras su salida del concurso. Ginés, ante las palabras de su hija, ha asegurado que la echa de menos: "Lo más grande para un padre es un hijo. Y lo otro si no va, viene y va, pero un hijo es para toda la vida”, decía.

Yaiza ha sido testigo de cómo Ginés se derrumbaba

Sin embargo, Míriam no siente que su padre se haya comportado correctamente, y ha explicado además que él no ha estado junto a ella como debería haberlo hecho. En ese momento, Ginés Corregüela no ha podido evitar las lágrimas y le ha pedido disculpas a su hija.

"Le pido mil veces perdón y se lo tengo que pedir de rodillas se lo pido, me duele. Tiene que respetarme, tengo que hacer la vida con quien yo quiera”. Era la respuesta de Ginés defendiendo su relación con Yaiza Martín, pero insistiendo en que para él lo más importante son sus hijas.

Y continuaba: "Sé que la he cagado. Si quieres, ya hablaremos allí, pero tendréis que respetarme con quien quiera estar. Sé lo que quiero”, ha continuado el exconcursante de Supervivientes 2023.

Plano corto de Yaiza Martín, en el plato de ‘Supervivientes 2023’, con rostro serio
Yaiza se ha mantenido al margen de la conversación entre Ginés y su hija Míriam | Mediaset

Tras estas palabras, Corregüela abandonaba el plató durante unos minutos sobrepasado por la conversación que había tenido con su hija. Mientras tanto, Yaiza Martín, novia de Ginés, que había sido testigo de la conversación, se ha mantenido al margen.

Yaiza ha optado por dejar que padre e hija resolvieran sus diferencias sin su intervención. Sí hemos podido ser testigos de un gesto de cariño hacia Ginés cuando a este se le han saltado las lágrimas.