Gloria Camila ha recibido la peor de las noticias, y es que le toca despedirse de Marina, su empleada y mano derecho en casa de Ortega Cano.
Ambas han estado siempre muy unidas, tal y como la joven suele presumir en sus redes sociales. De hecho, Gloria siempre ha manifestado que ella es una más dentro de la familia.
De ese modo, no sorprende que la joven se haya quedado completamente devastada tras enterarse de que Marina ha decidido dejarles. Y es que según ha contado, la asistenta ha decidido volver a su país de origen.
“Chicos, hoy estoy triste. Estoy triste porque Marina se va. Pero no se va aquí al lado, no. Se va a su país”, ha explicado muy emocionada.
Eso sí, se marcha con la promesa de que muy pronto volverá. Aunque eso no ha convencido a Gloria Camila, que se encuentra muy triste por tener que decirle adiós a una figura clave en su vida. “Ahora me río, pero luego seguro que lloro”, ha reconocido.
A pesar de que no es una figura mediática, Marina ha acaparado varios titulares estos últimos meses. Y es que tanto ella como Gloria Camila se convertían en protagonistas de una gran polémica.
Gloria Camila se ha llevado un gran disgusto
Hace unos meses, un incidente relacionado con la recogida de los excrementos de sus perros, generaba un tremendo revuelo en redes sociales.
Así, lo que pretendía ser una divertida anécdota entre ambas, pasaba a mayores. Y la hija de Ortega Cano comenzaba a recibir un gran número de críticas y ataques al respecto.
"Debería darte vergüenza tratar a alguien así", le reprochaban. "El hecho de que trabaje para ti, no quiere decir que tengas el derecho de humillar".
De hecho, Gloria Camila incluso se vio obligada a dejar las redes sociales en manos de sus abogados. "He flipado un poco por la piel tan fina que tienen algunas personas. Jamás me reiría de Marina ni de nadie, y menos si recoge la caca de un perro", se defendía la joven.
"Marina y yo tenemos una relación de 16 años, ambas nos conocemos a la perfección y tenemos vídeos de coña siempre", trataba de explicarse. Sin embargo, sus excusas no servían de mucho.
Justo por eso, su Instagram pasaba a disposición de sus abogados. E incluso amenazaban con tomar medidas legales contra todos aquellos que siguiesen atacándola.