José Fernando Ortega lleva tiempo encerrado en el ala de psiquiatría del Centro San Juan de Dios, dónde deberá permanecer un año más.
Era en 2017 cuando su padre, Ortega Cano, solicitaba a las autoridades que lo incapacitasen tras verse envuelto en numerosos problemas legales y de adicciones.
Todo con la intención de que recuperase el rumbo correcto y se alejase de las malas compañías. Desde la muerte de su madre, Rocío Jurado, el joven se sumía en una espiral de autodestrucción.
Al parecer, José Fernando no fue capaz de superar esta dolorosa perdida, sin contar con la dura infancia a la que tanto él como su hermana Gloria Camila se habían enfrentado.
Habiéndose enfocado en su recuperación, lo único que desea ahora el joven es poder volver a casa para reunirse con su hija.
"Quiere recuperar el tiempo perdido con su Rocío, poder verla y abrazarla cuanto quiera y no solo cuando los permisos lo permitan. Verla a través de una videollamada no ha sido fácil", aseguran.
Pero, mientras tanto, es su padre quién se hace cargo de las necesidades de la pequeña María del Rocío.
"José adora a esa niña y ha estado muy pendiente de su día a día. Con Michu, al principio, tuvo su aquel por todos los escándalos de José Fernando, pero hoy su relación es muy buena", añaden al respecto.
De momento, al hermano de Gloria Camila le tocará esperar un poco más, ya que este mismo verano el juez decidía posponer su salida del centro.
Durante este tiempo, y según informan fuentes cercanas, José Fernando ha conseguido rehabilitarse habiendo experimentado "un gran cambio en su comportamiento".
Algo que también le ha permitido disfrutar de más permisos para poder pasar tiempo junto a su familia.
Gloria Camila, impactada con la última imagen de su hermano
Además, parece que en la clínica también ha descubierto qué es lo que realmente le llena y motiva.
"Ya desde antes de entrar, él siempre demostró que la informática se le daba bien". Y, a pesar de que ha tenido sus baches, "hoy lo suyo es más maduro y formal. Más sano".
A pesar de que el joven se mantiene alejado del foco mediático, recientemente una imagen suya bastante comprometida ha comenzado a recorrer todos los medios.
Una imagen que seguramente habrá impactado a su familia, ya que se trata nada menos que de la que está presente en su ficha policial.
Era en el año 2013 cuando José Fernando terminaba detenido por varios delitos, entre los que podemos contar robo o pertenencia a una organización criminal.
En ese momento, se enfrentaba a una posible condena de 8 años de cárcel, lo que suponía la última gota que colmaba la paciencia de su padre.
Y, a pesar de que intentaba rehabilitarse por su propia cuenta en un conocido centro de Barcelona, finalmente terminaba expulsado por incumplir las normas.
Era en 2017 cuando llegaba al Centro San Juan de Dios, dónde lleva internado todos estos años. Y, desde allí ha vivido el caos que se ha generado dentro de su familia gracias a su hermana Rociíto.
La docuserie de Carrasco ha podido servirle al joven para descubrir detalles que no conocía de su familia. Incluso de su propio padre, Ortega Cano, al que no deja muy bien parado.
Además, la protagonista ha desvelado lo que siente realmente por sus hermanos, con los que hace tiempo que no tiene contacto.
De hecho, Rocío hablaba con cariño de ambos. "José Fernando es un niño que no se ha metido nunca en nada de nadie, que no le ha hecho daño a nadie, salvo a sí mismo".
"Es supernoble, tiene un corazón muy grande, siempre he dicho que es el mejor de la familia y el que mejores sentimientos tiene. ¿Ha cometido errores? Sí, muchos, pero a quién le ha hecho mal ha sido a él mismo, porque se ha autodestruido".
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