Las personas con discapacidad en España enfrentan desafíos diarios, especialmente en términos de movilidad. Para aliviar esta carga, Hacienda ha introducido beneficios fiscales significativos. Uno de los más destacados es la aplicación de un IVA reducido del 4% en la compra, adaptación y reparación de vehículos destinados al transporte de personas con movilidad reducida.
¿En qué consiste el IVA reducido?
Normalmente, el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) en España es del 21%. Este impuesto grava la mayoría de artículos de consumo. Sin embargo, para ciertos productos y servicios relacionados con la discapacidad, este impuesto se reduce al 4%.
Esta bonificación aplica a la compra de vehículos nuevos o usados adaptados para personas con movilidad reducida. De la misma forma, se incluyen los servicios de adaptación de vehículos para hacerlos accesibles, así como las reparaciones de estos. Este ahorro fiscal facilita la adquisición y mantenimiento de vehículos adaptados, mejorando la calidad de vida de muchas personas.
Requisitos para acceder a este beneficio
Para beneficiarse de esta reducción del IVA, es necesario cumplir ciertos requisitos. Uno de ellos consiste en acreditar la discapacidad o movilidad reducida. Se puede hacer mediante un certificado emitido por el Instituto de Mayores y Servicios Sociales (IMSERSO) o por el organismo competente de la comunidad autónoma.
Además, el vehículo debe ser utilizado habitualmente para el transporte de la persona con discapacidad. Presentar documentación que demuestre la relación entre el comprador y la persona con discapacidad, como un certificado de empadronamiento que acredite la convivencia. Es importante destacar que, aunque el vehículo no esté a nombre de la persona con discapacidad, si se cumplen estos requisitos, se puede aplicar el IVA reducido.
Procedimiento para solicitar el IVA reducido
El proceso para obtener este beneficio fiscal consiste en presentar una solicitud en la Agencia Estatal de Administración Tributaria (AEAT), firmada por el comprador y la persona con discapacidad.
Se debe adjuntar la documentación que acredite la discapacidad y el uso previsto del vehículo y la AEAT emitirá una resolución reconociendo el derecho al IVA reducido. Por último, hay que presentar la resolución obtenida al vendedor o taller para que apliquen el IVA reducido en la factura. Este procedimiento asegura que el beneficio se aplique correctamente y que las personas con discapacidad puedan acceder a vehículos adaptados a un costo más asequible.
Beneficios adicionales
Además del ahorro en el IVA, existen otras ventajas fiscales para personas con discapacidad. Entre ellas, se incluye la exención de algunos impuestos que gravan los vehículos, como el de matriculación y el de circulación. Esta medida, implementada por Hacienda, facilita que estas personas puedan adquirirlos y disponer de ellos, facilitando y mejorando su calidad de vida.