La relación entre Kiko Hernández y Fran Antón se hace cada vez más evidente. A pesar de que Hernández se ha esforzado por negar que entre ambos existiese nada más allá de una simple amistad, las pruebas hablan por si solas.
"Me meo yo de los testimonios", llegaba a decir el colaborador tras ser pillados en varias ocasiones.
Sin embargo, y pese a lo mucho que se han esforzado por esconderse, nuevamente vuelven a ser el centro de atención.
La parejita recibía el año nuevo en Melilla, tierra natal de Fran, junto a las pequeñas Abril y Jimena, hijas del colaborador.
Kiko Hernández ya no puede esconder la verdad
Y, según los testigos que pudieron verles juntos, ambos derrochaban una gran complicidad. "Estaban tranquilos y muy cariñosos. La estampa no era la de dos simples amigos", aseguran.
"Estuvieron todos juntos en el club marítimo de Melilla, un sitio súper exclusivo al que no puedes entrar si no eres miembro o alguien te invita".
De esa forma, todo indica que la familia de Antón ha acogido a Kiko como uno más.
Además, dejaban claro que habían dormido en la misma casa. "Siempre salen juntos en el mismo coche y todo indica que están viviendo juntos".
"La familia de Fran va presumiendo de la relación que puedan tener Fran y Kiko", sostienen. "Allá cada uno que piense lo que quiera, pero que presumen y están contentos".
De hecho, Hernández ya está al tanto de que "el programa tiene más imágenes que irá dando a lo largo de la semana".
Lo curioso es que ellos todavía no se atreven a confirmar su noviazgo, pese a que ya han recibido el apoyo del resto de sus compañeros.
Un íntimo amigo de Fran y Kiko ya insinuaba que lo suyo era un secreto a voces.
"Yo sé lo que hay entre ellos porque han cenado juntos en mi casa, así que te puedes imaginar lo que hay", dejaba caer. "A buen entendedor, pocas palabras...".
Kiko Hernández, pillado otra vez con Fran Antón
Aunque Kiko insistía en que si de verdad existiese algo, no tendría problema en decirlo.
De hecho, admitía que a lo largo de su historia en Sálvame solo había tenido dos parejas.
E insistía en que no tenía por qué dar explicaciones a nadie. Aunque una foto de ellos en actitud cariñosa podría venderse por nada menos que 10.000 euros.
Lo que no piensa permitir Hernández bajo ninguna excepción es que sus hijas se vean involucradas.
No es la primera vez que el tertuliano se enfrenta a sus jefes tras ver amenazada su intimidad.
"Después de esa portada envié un comunicado para pedir respeto para ellas. Lo sabe la dirección y el productor de La Fábrica de la Tele, no hay nada más que decir", aseguraba.
Tras nacer sus hijas, Kiko decidía conceder una exclusiva mostrando a las pequeñas en una revista. Algo de lo que ahora se arrepiente.
"He entrado en todo, he sido generoso con el programa, he hablado todos los días", proseguía.
"Podía no hablar como hacen otros colaboradores cuando les sacan algo, pero si se toca un tema que me duele digo hasta aquí, se acabó", advertía a los directores.
"Si esto va a ser así, quiero saberlo para no volver. ¿Podéis entender que es un tema serio?", decía a sus compañeros.
Y finalmente parece que cedían a sus exigencias, ya que el programa se comprometía a no volver a sacar a las niñas.
"El programa se compromete a no volver a sacar esa portada, porque te quiere y porque te protege", le prometían.
"Ni esa portada ni ninguna de las fotos en las que ellas aparezcan. Es un compromiso del programa".
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