Iñaki Urdangarin se ha cansado de esperar y ya ha comenzado a mover ficha ante su inmintente divorcio con la infanta Cristina.
La pareja sigue inmersa en plenas negociaciones, y se especula que hasta junio, que su hija Irene cumpla los dieciocho años, no terminen de firmar los papeles.
Sin embargo, las exigencias de Urdangarin, que se ha dado cuenta de lo que vale su silencio, cada vez son más grandes.
Tanto es así, que la tensión generada entre ambos ya es insoportable. Según lo estipulado, la infanta Cristina debe pagarle al padre de sus hijos la cantidad mensual de 25.000 euros.
A lo que debe sumarse "una indemnización de dos millones de euros", aseguran fuentes cercanas. Además de varios inmuebles, "como el que el matrimonio tiene en la localidad francesa de Bidart".
Sin embargo, estas cantidades podrían quedarse pequeñas y ya habría exigido más. "La situación es tan complicada que entre la infanta Cristina y él ahora mismo hay hostilidad total".
De lo que no cabe duda, es que el cuñado de Letizia ha dado un golpe en la mesa. "Él ha pedido más, tanto en la pensión mensual como en la indemnización de dos millones, que le parecen pocos. Además, los quiere en un solo pago".
Y es que el ex duque de Palma querría llegar a un acuerdo cuanto antes para poder casarse con su novia, Ainhoa Armentia.
"Él quiere casarse con Ainhoa y ya se lo ha comunicado a sus hijos, su idea es casarse con Ainhoa Armentia en cuanto tenga el divorcio", aseguran diversos medios.
Aunque el que fuese yerno del rey emérito deberá conformarse con una "ceremonia civil, porque pasar ser religiosa tendría que solicitar la nulidad matrimonial de la Infanta Cristina".
Por otro lado, ese no es el único frente abierto que tiene Iñaki, ya que incluso se ha mostrado dispuesto a plantarle cara a la familia real.
NOVEDAD WHATSAPP: Pincha aquí para recibir GRATIS tus noticias favoritas de la Familia Real en WhatsApp
Iñaki Urdangarin hace lo imposible para no perder a su escolta
Según hemos podido saber, el todavía marido de la infanta Cristina sigue contando con una escolta que paga el propio estado. Nada menos que 8.000 euros al mes cuesta esta clase de seguridad que emplea para protegerse tanto a él como a su novia del acoso de la prensa.
"El marido de la infanta Cristina cuenta con un nutrido grupo de agentes del Cuerpo Nacional de Policía perteneciente al grupo de Casa Real a su servicio", aseguran.
"Y el Gobierno, como responsable de esta asistencia, pidió que se iniciara el proceso para terminarlo. Pero se encontraron con algunos escollos".
Al parecer, "ningún responsable del grupo se atreve a firmar los documentos de retirada de los escoltas".
Es más, los propios escoltas "han mostrado sus reticencias, así como el propio Urdangarin, que ha manifestado su voluntad de seguir teniendo seguridad del Estado".
De esa forma, Urdangarin insiste en desafiar a la Casa Real y concretamente a sus cuñados, Letizia y Felipe, que no pueden actuar por miedo.
Queda claro que lo intentan evitar a toda costa es que Iñaki decida hablar y saque a relucir los trapos sucios de su matrimonio y su vida en Zarzuela.
Justo por eso, entienden que "no quiera perder el servicio de escoltas. Porque además de velar por la seguridad y evitar el asedio de la prensa, se dedican a facilitar la vida a la persona en cuestión".
"En el caso de Iñaki Urdangarin le sirven para evitar que los fotógrafos capten momentos con su nueva pareja", comentan desde su entorno.
Cuando firme el divorcio con la infanta Cristina, todo cambiará para el ex duque de Palma. Y es que su hija Irene también se verá afectada.
"Será entonces, de manera más probable, cuando su padre pierda también la escolta. No tendría sentido que retire la seguridad a la hija y no al padre, cuando Irene tiene más relación familiar con el Rey que Urdangarin".