La infanta Elena llora la muerte de una de las personas más importantes de su vida. Se trata de José María Álvarez de Toledo, marido de Rita Allendesalazar, una de sus mejores amigas. El contacto con ellos era permanente desde hace muchos años, considerándose prácticamente como hermanos.
El conde de la Ventosa falleció esta semana en Segovia, donde tenía una finca, señala la revista Hola. De hecho, era habitual que la hermana del rey se acercará hasta allí con bastante frecuencia para visitarles.
Eso explicaría en cierta medida la presencia de la infanta Elena este lunes en Valladolid. Se la pudo ver por la ciudad en compañía de su hija y de otros amigos. Comentaron a un periodista de El Norte de Castilla que la presencia allí obedecía a cuestiones puramente privadas.
Entre el grupo de personas que la acompañaban estaban la propia Rita o Virginia Oñate. Posiblemente ya estuviera al corriente sobre el estado de salud de su amigo y decidiera acercarse hasta allí para interesarse por su situación.
La capilla ardiente por José María lleva instalada desde este jueves en el tanatorio de San Juan de la Cruz, en Segovia. Y como era de esperar, hasta allí se acercó la madre de Froilán, que no dudó en arropar a la familia en estos momentos. El cuerpo será trasladado este viernes hasta Muñopedro, donde tendrá lugar el funeral y posterior entierro.
Aunque era natural de Valencia, sus allegados optaron por darle este último adiós en este municipio segoviano. Allí era muy apreciado por los vecinos, donde había encontrado un sitio perfecto para fijar su residencia.
Elena estaba muy unida al fallecido. Se encontraba en su grupo de amigos más íntimos. Congeniaron a la perfección desde que él contrajera matrimonio con Allendesalazar en 1986.
Por lo tanto, se trata de una amistad duradera, de más de 35 años. Hay que decir que Rita Allendesalazar es inseparable de la infanta desde muy jóvenes. Se llevan cinco años de diferencia, pero eso no fue impedimento para que mantuvieran una relación muy estrecha desde siempre.
Se las podía ver juntas muchas veces y además estaban muy unidas por la equitación. La hermana del rey nunca olvidará lo que hicieron por ella cuando se separó de Marichalar. Este matrimonio se hizo cargo de Victoria Federica y de Froilán, a los que también darían clases de francés.
Pero el respaldo durante este tiempo ha sido mutuo. Hace cinco años, Rita perdió a su madre y la duquesa de Lugo volvió a estar a su lado, siendo un soporte muy importante.
Victoria Federica quiso acordarse del amigo de la familia a través de un storie de Instagram. "La muerte no es nada. Yo solo me he ido a la habitación de al lado", empezaba diciendo con esta carta atribuida a San Agustín.
"Lo que éramos el uno para el otro, lo seguimos siendo", señalaba. No quiso entrar en más detalles, pero ahora ya se conoce el destinatario de dicho mensaje.
La infanta Elena, siempre a la altura en los malos momentos
La infanta Elena tuvo mucho trato con José María Álvarez de Toledo durante décadas. Pero hay que decir que él también participó en la formación castrense del entonces Príncipe de Asturias. Fue coronel de infantería, caballero del Real Cuerpo de la Nobleza y maestrante en Valencia.
Contrajo matrimonio en segundas nupcias con Rita Allendesalazar en 1986. Después de 36 años juntos, él se despedía esta semana a los 73 años.
Supone un varapalo para la infanta Elena, que como suele ser habitual en ella, no duda en arropar a sus amigos. Siempre está dispuesta a ayudar en las situaciones más complicadas.