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Montaje con las caras en primer plano de Irene Rosales y Kiko Rivera

Irene Rosales, contra las cuerdas tras descubrir la nueva infidelidad de su marido

Irene Rosales no gana para disgustos

Irene Rosales no gana para disgustos con Kiko Rivera. Y es que parece que el Dj sale de un escándalo para verse envuelto en otro. 

Recientemente, y cuando parecía que las aguas habían vuelto a su cauce entre la pareja, al hijo de Isabel Pantoja le salía otra supuesta amante.

Un affaire con una conocida presentadora de Chile, Rocío Marengo, a la que habría conocido durante uno de los viajes en los que acompañaba a su madre por Latinoamérica.

El problema es que en 2017 Kiko ya estaba con Irene, por lo que le habría sido infiel de la peor manera. 

Kiko rivera con gafas, la barba desaliñada, la cabeza ladeada y una sonrisa triste
Kiko Rivera le habría sido infiel a Irene Rosales con una famosa presentadora | Instagram

Eso implica una nueva sombra para la pareja, que ya ha hecho frente a numerosas crisis en su relación.

De hecho, se especula que Marengo podría estar negociando su participación en la próxima edición de Supervivientes. Lo que, sin duda, la convertiría en uno de los fichajes bomba.

Sobre todo, por lo que puede contar sobre Kiko y las consecuencias que tendría en su matrimonio. Eso, cuando hace apenas un mes salían a relucir unos supuestos vídeos subidos de tono de Rivera con otra mujer que no era Irene. 

Irene Rosales seria caminando por la calle
Irene Rosales se niega a dar más explicaciones  | GTRES

“La playa estaba totalmente vacía. Lo vi con una rubia que no tenía nada que ver con Irene. La chica era delgada, con pecho, alta, rubia, con pelo rizado y guapa, llamativa y curvosa ”, contaba un testigo de ese arrebato pasional.

“Se tiraron toda la tarde allí, besándose, y haciendo manitas, carantoñas de amor salvaje, con fuego total. Era como una pareja nueva que está iniciando, con pleno fuego. Muy romántico todo”, aseguraba.

Irene Rosales hace frente a nuevos rumores de infidelidad

Poco después, se demostraba que el vídeo no sería reciente, sino de hace años y la protagonista del mismo no era otra que la extronista Silvia Sicilia, con quien Kiko tuvo un breve idilio. 

Algo que despertaba la ira de Rosales, que no dudaba en dar la cara por su marido. Sobre todo, cuando Silvia amenazaba con tomar medidas legales contra el Dj por haberla grabado sin su consentimiento.

Preocupación por Isabel Pantoja tras tomar una drástica decisión que cambiará su vida

“Pues a ver que va a tomar ella, cómo no se tome un té”, apuntaba irónica. Y dejaba claro que “lleva ocho años con Kiko y esa señorita lleva ocho años hablando cada año de nuevo”. “A ver quién va a tomar medidas legales si ella o yo”, le advertía.

“Que Silvia vaya a la tele pero que hable de su vida ¡coño! Que seguro que es muy interesante”, añadía provocadora. “Kiko no va a opinar nada, va a tomar medidas legales y fin. Nada más”.

Foto de la pareja
Kiko Rivera e Irene Rosales hacen frente a un nuevo bache en su matrimonio | GTRES

Lo que está claro, es que Irene se ha cansado de que pongan en duda el amor que Kiko siente por ella e intenten separarles.

Y es que desde programas como Socialité se llegaba a insinuar que el Dj había sido capaz hasta de robarle a su mujer un collar de oro o que ella le tendría completamente dominado.

“Lo primero que no he tenido una cadena de oro en mi vida ni pretendo tenerla. Y segundo ¿qué mi marido la ha robado? ¿Dónde vamos a llegar?”, se preguntaba. 

“Pero vamos, que va a ser denunciado todo medio que se haga eco de esta noticia y que digan eso. No lo voy a dejar así porque así”, explotaba la nuera de Isabel Pantoja.

Además, desmentía por completo que ella ejerza algún tipo de control sobre la economía de su marido. 

“Sí claro, ahora soy como una madre”, comentaba en tono irónico. Todo a raíz de que cierta persona les hubiese visto pelear por el tema del dinero. 

“Cuentan que hace unos días le dio 50 euros para echar gasolina y la bronca fue brutal cuando descubrió que la aguja del depósito ni se había movido”. 

Simples habladurías que la pareja se ve obligada a desmentir una y otra vez.