Este es un año decisivo para varios de los miembros de la Familia Real, pero para Irene Urdangarin es un año de lo más especial.
Y es que la pequeña de la saga Urdangarin cumple el próximo 5 de junio la mayoría de edad, y ya se aprecia claramente el espectacular cambio físico que ha protagonizado.
Irene reside con su madre en Suiza desde que tenía ocho años. Un hecho que ha provocado que Irene esté fuera del alcance mediático, y que ha provocado que su cambio físico todavía sea más sorprendente.
Irene, con sus ojos azul intenso y su pelo largo y rubio, es una adolescente que no tiene nada que envidiar al resto. Es una joven muy coqueta y, según sabemos, le encanta la moda.
Pero, naturalmente, no siempre ha sido así. De pequeña, Irene no destacaba tanto como hemos podido ver en sus últimas fotografías, y el hecho de estar alejada del foco ha hecho que no le prestemos tanta atención.
Ahora, Irene es una muchacha altísima para su edad y con una figura atlética. Se notan los rasgos que ha adquirido de su padre, pero también se notan los rasgos de su abuela, Claire Liebaert.
Irene Urdangarin, a punto de cumplir la mayoría de edad
Ella, a sus 17 años, siempre ha destacado por ser la niña mimada de su abuela, la Reina Sofía. Pero ahora que cumple los 18 años, es posible que vuele lejos del nido como sus hermanos y haga su propia vida.
Recordemos que Irene es una chica muy reservada, y quizá por eso nunca se le ha presionado para aparecer en la prensa, aunque no hay duda de que su perfil interesa sobremanera.
La última vez que la hemos podido ver fue el pasado 20 de diciembre, cuando acudió a celebrar el 59 cumpleaños de su tía, la Infanta Elena.
Allí apareció con una chaqueta negra de cuero, el pelo recogido en una coleta y unos llamativos pendientes. Lo hizo junto a su madre y su abuela, que no quisieron perderse la cita.
Los que han podido conversar con ella destacan su humor, muy parecido al del emérito Juan Carlos, y su inteligencia. Intenta pasar desapercibida, pero su simple presencia la hace destacar por encima del resto.
Entre sus aficiones destacan la moda y el tenis. Además, participa en maratones y colabora con instituciones solidarias siempre que puede. Además, a modo de curiosidad, la pequeña de los Urdangarin colecciona zapatillas deportivas.
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