Isa Pantoja celebrará su boda con Asraf Beno a principios de octubre y lo tiene todo preparado, hasta la lista de invitados. La situación que atraviesa con Kiko Rivera no es la más recomendable, por eso no se ha planteado ponerse en contacto con él. Cuando el músico sufrió un ictus ella se trasladó al hospital, pero no fue bien recibida y no quiere hacer más esfuerzos.
Isa Pantoja reconoce que en un primer momento Kiko iba a ser el padrino de su enlace matrimonial, pero ahora ha hecho un cambio. Le ha dado este puesto a Jorge Javier Vázquez y el presentador ha aceptado porque está cansado de que Pantoja "sufra rechazos". Como no podía ser de otra forma, la polémica está servida porque esta decisión ha afectado a los hijos de Kiko, es decir, a los sobrinos de Isa.
La colaboradora no tiene ningún tipo de contacto con ellos, por eso no van a estar en su boda. En su momento disfrutaban de una estrecha relación, pero los problemas familiares les han distanciado para siempre. A Pantoja le han preguntado sobre este asunto, pero ha esquivado la respuesta asegurando que no quiere hablar de los pequeños de la casa.
Kiko Rivera está en una situación parecida porque hace mucho tiempo que no habla con su sobrino. Durante una de sus entrevistas aseguró que cuando Albertito, el hijo de Isa, cumpliera 18 años mantendría una conversación con él. El objetivo era explicarle por qué se había visto obligado a desaparecer de su vida, pero ¿aceptará sus excusas?
Isa Pantoja no ha invitado a Kiko Rivera
Isa reconoce que en ningún momento se ha planteado que invitar a Kiko y consecuentemente sus hijos tampoco pueden estar presentes. Tiene tres: uno de Jessica Bueno y otros dos de Irene Rosales. Jessica está concursando en Gran Hermano VIP y todo hace pensar que Rivera está cuidando del menor, así que en ese sentido no habría problema.
Pantoja se niega a dar un paso atrás y recuerda que es ella la ofendida porque su hermano habló de su intimidad en una revista. El marido de Irene Rosales aseguró que la joven había intentado quitarse la vida en Cantora, finca familiar. Ella lo negó e incluso le puso una demanda, pero después la retiró.
Es cierto que Isa echará de menos a sus sobrinos y sobre todo la menta que no tengan contacto con su hijo. Pero asegura tener la conciencia tranquila porque no ha cometido ningún error y ha intentado muchas veces un acercamiento. Ahora el problema es todavía más tenso porque se ha añadido a la ecuación Irene Rosales, de ahí que en la boda haya tantas ausencias