Isabel Pantoja ha protagonizado una noticia inesperada: ha estado a punto de perder la visión por un problema serio. Todo sucedió en Cantora, finca que heredó de su marido Paco y que le sirve de refugio desde que no se habla con Kiko Rivera. “Si nos fijamos en sus últimas apariciones siempre lleva gafas”, adelantan en El Programa de AR.
Isabel Pantoja, según el citado medio, sigue recuperándose de una enfermedad a la que no han querido poner nombre por respeto. El problema está controlado, pero ha estado a punto de acabar mal y supuestamente todavía no está a salvo del todo. Tiene cura, pero es un mal que vuelve periódicamente y que provoca dolores y mareos.
“Pues sí, estos son los problemas más importantes y no los económicos. Tiene una infección en el ojo izquierdo y el dolor fue insoportable. Se ha estado tratando en Córdoba todos los jueves”, explica el periodista Antonio Rossi.
“Perdió casi la visión completa del ojo izquierdo y no está recuperada, está recupera al 80%. Lo que más le preocupa es que es una enfermedad infecciosa que vuelve, en el iris”.
El Programa de AR ha sido muy claro: “Isabel, a punto de perder la visión”, titula un rótulo. ¿Lo más complicado? Que todavía no se lo ha comunicado a sus hijos.
Isabel Pantoja no le ha contado nada a sus hijos
Isabel notó que tenía un problema en el ojo, pero no dijo nada porque pensó que era normal. Los dolores fueron a más y tenía que marcharse a su gira americana, así que le pidió ayuda a una de sus amigas.
“Empieza con una rojez en el iris y empieza a ver nebulosas y moscas, le pasó antes de la gira y pudo seguir por prescripción médica. Ahora mismo tiene un colirio que es antibiótico de forma permanente y siempre va con gafas, esta es una de las razones. Tiene el ojo inflamado y si nos fijamos en las imágenes de este año se mueve poco en el escenario porque pierde el equilibrio”.
Antonio Rossi ha explicado que en sus últimos conciertos no se movía tanto porque todavía no ve bien. Ha estado a punto de perder la visión y todavía no ha recuperado.
“Se pensaba que era una conjuntivitis, le pasó en Cantora y le envió una foto a su amiga. Ella fue la que le mandó al médico y lo peor es que esta enfermedad vuelve, pero se cura. Sus hijos no lo saben y no lo ha sabido durante todo este tiempo porque no hay comunicación”.