Jesulín y María José Campanario hace tiempo que tomaban la decisión de mantenerse en un segundo plano. Esto afecta a su entorno, ya que llevaron el embarazo y el parto con tanta discreción que ni siquiera pusieron al tanto a sus familiares. De hecho, muchos se quejaban por el hecho de tener que enterarse de la información gracias a la prensa.
Lo cierto es que tras ver el acoso que ha sufrido su hija Julia tras cumplir la mayoría de edad, el torero y su mujer optaban por blindar a toda la familia.
Así lo ha terminado confirmando Antonio González Zapatero, abogado y amigo personal de Campanario.
"Si mantienen ese perfil bajo es por proteger tanto a Julia como a Jesús, que todavía no es mayor de edad y sigue estudiando", explicaba respecto al silencio de la mediática pareja.
"Ellos son su principal prioridad y lo tienen muy claro", aseguraba en referencia a sus tres hijos.
Además, parece que todo indica que se trata de una decisión definitiva y es que no volveremos a verle en ningún medio o revista del corazón.
"María José no va a volver a hablar para ¡Hola! ni tiene pensado hacer ningún tipo de exclusiva", daba a entender el abogado.
"Ella lo ha pasado muy mal y no quiere que sus hijos pasen por lo mismo. Es algo que tiene muy claro". La última vez que obtuvimos alguna información sobre Jesulín y la odontóloga fue a raíz del bautizo secreto del pequeño Hugo.
Una reunión familiar que llevaron con total discreción y de la que pudimos enterarnos gracias a Carmen Bazán.
El abogado de Jesulín confirma lo que muchos sospechan
Era ella el único miembro del clan de los Janeiro que rompía el silencio al respecto. Una clara metedura de pata que le causaba un importante problema con su hijo, que la reprendía por haber hablado sobre el recién nacido.
"Estuvo muy bien", hijo sobre aquel día tan especial. Desde entonces, parece que la matriarca aprendió la lección y prefiere no soltar prenda.
En cuanto a Campanario, parece que esa breve etapa en la que optaba por sincerarse en redes sociales ya ha pasado.
Muchos recordarán aquella famosa carta en la que arremetía con dureza contra su eterna enemiga, Belén Esteban, y que borraba rápidamente.
Sin embargo, eso fue más que suficiente para que se generase un tremendo revuelo en torno a ese arrebato del que terminaba arrepintiéndose.
Lo que queda claro es que la odontóloga ya no está dispuesta a formar parte de lo que considera "un circo mediático".
Y más tras ver lo mal que lo ha pasado también su hija Julia, que también ha optado por mantener un perfil más bajo.
A pesar de que en un principio mostraba su intención de convertirse en toda una influencer, llegando a reunir más de 200.000 seguidores, descubría enseguida el lado más amargo de ser una figura mediática.
Y es que su vida privada se veía expuesta de la peor manera, incluídos los problemas con su expareja.
Justo por eso tomaba la determinación de seguir los pasos de su hermana Andrea, que exigía a través de un comunicado volver a ser anónima tras cumplir los 18 años.
Actualmente, Julia también disfruta de una vida mucho más tranquila y sin paparazzis que la acosen constantemente.
Aunque, al contrario que su hermana, ella si muestra parte de su día a día en sus redes sociales, donde presume de su altísimo estilo de vida.