Jesús siente verdadera pasión por la ópera. Cree que no ha tenido suerte en el amor por muchas desilusiones que se ha llevado. “Me han tomado el pelo”, se ha lamentado.
Ha pasado 20 años trabajando en la mina y eso le ha traído muchos problemas de salud. Está divorciado desde hace 14 años. Busca una mujer que sea formal, bella por dentro.
“Soy exigente porque me han vuelto exigente”, asegura. “Estoy harto de palabras, quiero hechos”.
Carmen asegura que al vivir sola tiene muchas manías. Lleva sin convivir con alguien desde el 2001.
A Jesús le ha gustado mucho en cuanto la ha visto, pero ella no parece muy convencida. “La primera impresión no me ha convencido”, ha dicho ella. “No le veo para mí”.
Cuando se han sentado a cenar y él la ha llamado ‘mi niña’ a Carmen no le ha hecho ninguna gracia. “Perdona, es que soy demasiado cariñoso”, se ha disculpado él. Pero a ella le aburren los piropos y no le sienta bien que sea tan pegajoso.
Aunque queda claro que a Jesús le ha encantado su forma de ser y su hermosura. Él nunca ha salido de España, pero tiene ganas de viajar, aunque no solo.
“Le veo más soso que yo”, opina ella. Además, tampoco le gusta la ópera, mientras que a Jesús le encanta.
“Tiene una vida social un poco pobre”, asegura Carmen cuando él le dice que se dedica a cocinar y a estar en casa.
Ella le insiste también en que la distancia entre ambos la echa para atrás.
Y ya cuando le dice que quiere irse a vivir con ella, a Carmen la termina de rematar.
“Es muy pesado”, asegura ella. Y finalmente le deja claro que no le ha gustado.
Algo que a él le ha molestado mucho. “¿Cómo te iba a decir que sí después de lo que escuchado?”, le echa en cara. “Corta, corta ya”, empieza a decir Carmen muy enfadada.
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Antonio no ve futuro con Carlos: “Nada de relación abierta”
Antonio se define como una persona muy graciosa, extrovertida. Le gusta el arte, ir a museos y vivir experiencias nuevas. Busca una persona parecida a él, que tenga los mismos gustos.
Carlos asegura que le gusta meterse en embrollos, es sindicalista estudiantil y ver anime o manga.
Su forma de vestir es muy peculiar, porque le gusta vestir con cualquier cosa fuera de la norma.
A Antonio le encanta ir a museos, pero Carlos se considera poco culto en ese sentido. Aunque, eso sí, ha valorado que su cita esté tan interesado en el arte.
Las diferencias llegan cuando Carlos le dice que le gusta el deporte, pero a Antonio no le va mucho. Se apuntó a crossfit, pero solo duró un mes. Además, le ha parecido que su cita no tiene mucho salero.
A pesar de que los dos coinciden en que no han sufrido bullying en el colegio por su inclinación sexual. Antonio sí que le cuenta que tuvo una mala experiencia y un incidente muy feo, cuando le pegaron un puñetazo por estar liándose con otro chico.
En lo que no coinciden es en que Carlos quiere una relación abierta, y no le importaría experimentar en este sentido.
María José busca a un príncipe de verdad
María José se considera una mujer sacada de Sexo en Nueva York. “Nunca me despeino, ni siquiera en la playa”.
Además, tiene claro que es muy inteligente. “Me da igual lo que digan los demás”.
Pero a pesar de ser tan inteligente, no ha dado con el hombre adecuado. “Son príncipes disfrazados”.
Raúl se considera muy hiperactivo, le gusta hacer muchas actividades. A él le ha gustado que ella se cuide, “porque eso significa que cuida a los demás también”.
Sin embargo, María José le ha visto un poco desaliñado para una cena. Aunque le ha gustado que Raúl trabaje con personas discapacitadas y tenga esa delicadeza. Pero le deja claro que le cuesta llamar a alguien pareja.
Raúl ha llegado hasta el punto de proponerle a su cita volar en parapente. Sin embargo, María José ha tenido claro desde el primer momento que entre ellos no había saltado la chispa.