Jesús Vázquez se reencontró con su público de Allátú. El popular presentador volvía de nuevo a ponerse al frente del mítico concurso de las cajas que dejó de emitirse hace 12 años. Sin embargo, en su tercera entrega, Jesús Vázquez se vio obligado a aclarar una situación para evitar ser acusado de tongo.
Fue el pasado domingo 30 de julio cuando la segunda concursante de la noche, Mesny, estaba a punto de vivir una situación casi improbable. Justo cuando quedaban cinco cajas por abrir, la banca le ofreció un tentador cheque por valor de 25.000 euros. Una interesante oferta que a la vez suponía renunciar a la posibilidad de obtener el premio máximo.
Jesús Vázquez despeja cualquier duda sobre lo sucedido en Allá tú
La concursante rechazó el cheque y decidió seguir adelante con el juego, confiando en la posibilidad de alcanzar los 250.000 euros. "Creo que es la cantidad más alta que se ha triturado hasta la fecha", señalaba Jesús Vázquez, sorprendido por la decisión de la participante.
A continuación, Mesny decidía abrir la caja número 18, que se encontraba en manos de Jesús. Lo que nadie podía pensar es que dentro estaban los 250.000 euros, pues el mismo joven también los tenía en la ronda anterior.
La situación podía hacer sospechar a la organización del programa de tongo. Lo cierto es que ninguno de los participantes esperaba que pudiera darse esta situación.
De hecho, cuando la banca anteriormente había ofrecido los 25.000 euros, el propio concursante animaba a Mesny a coger su caja. "Yo en la anterior ronda tenía los 250.000 euros, y es complicado tener dos veces seguidas ese premio". Aun así, también recordaba que todo era posible en el concurso.
Ante esta circunstancia, y para evitar especulaciones, el presentador de Allá tú lo dejó claro. "¡Chicos, es azar!", aseguró Jesús Vázquez, quien además recordó cuál es el proceso que se sigue para repartir las cajas en cada programa. "Vosotros lo veis con vuestros ojos, que sacan una bolsita en el sorteo y elegís la bola al azar, por último, el notario da fe".
Vázquez no se quedó ahí y dio más detalles: "El notario previamente ha asignado en cada programa un número de caja a una cantidad. O sea que es imposible manipular esto porque hay dos filtros: la cantidad que se mete en la caja y luego vosotros elegís la caja".
Así, fue la casualidad la que quiso que Jesús, el concursante, tuviera los 250.000 euros. "Solo el azar podía hacer que dos veces tuvieras tú, Jesús, el premio gordo. Os lo digo para que veáis que pasa, tenedlo en la cabeza, puede pasar cualquier cosa en esta mesa", insistía Jesús Vázquez.
El presentador dejó claro que todo fue fruto del azar
Mesny decidió entonces probar suerte con el juego de las comunidades. Tras una primera ronda fallida en la que perdió 30.000 euros, finalmente se llevó 10.000. Y todo gracias a que, en el último momento, Mesny arriesgó y aceptó la propuesta de la banca: cambiar Aragón por Castilla y León.
"La voy a cambiar. Lo que queda ya… me voy sin nada y con la experiencia de jugar con estos chicos, la cambio", exponía en voz alta. Una decisión que al menos le sirvió para no irse de manos vacías.
"Después de perderlo todo se lleva diez mil euros ¡Madre mía lo que sudamos en este programa!", exclamaba Jesús Vázquez antes de despedir a Mesny.
Sin embargo, y a pesar de las explicaciones del presentador, los comentarios sobre la mecánica de este tipo de concursos no han desaparecido por completo. Los espectadores se cuestionan hasta qué punto son veraces este tipo de programas y de qué modo influyen los productores en su desarrollo.